Después de un silencioso trayecto en el que solo hablamos para notificar a nuestros respectivos padres de dónde estábamos, llegamos al café y nos acomodamos los cinco en una mesa del rincón.
A diferencia de cuando vinimos la semana pasada, hoy el lugar está bastante lleno. Fer y Josh están en una silla cada uno, Joaco y yo nos apretujamos en un sillón individual, y Jens fue a la cocina a que le prestaran un banco.
Ahora viene de regreso junto a la otra chica que es mesera del lugar. – Ni en tu día de descanso dejas de venir – le dice ésta a Jens en tono de burla.
—Es que las extraño, Abi – replica ella en el mismo tono, mientras acomoda su banquito entre donde Fer y yo estamos. – Y aquí hay buen café – añade a la vez que se sienta.
—Eso no está a discusión – coincide Abi. Habla dirigiéndose a todos esta vez –: Bueno, bienvenidos, chicos, aquí les dejo los menús, y en un momento vengo a tomarles la orden – nos pasa las cartas, nos sonríe y se retira.
—Cuando quieras empezar a contarnos, Jen, te escuchamos – le indica amablemente Fer.
Jens suspira y recoge su cabellera gris en una desaliñada coleta. – Primero hay que ordenar – dice con una pequeña sonrisa.
Todos asentimos y empezamos a revisar los menús.
—¿Habrá cheesecake? – pregunto, en voz baja, dirigiéndome a Joaquín. Despega la mirada del menú que compartimos y me ve divertido. – Es que la última vez que vine un chico muy guapo se comió el mío – le digo.
Me da un suave codazo y devuelve la vista a la carta, sonriendo complacido. – Espero que sí haya, para robártelo de nuevo – me contesta en tono burlón.
Abi regresa, todos ordenamos, y nos quedamos en silencio esperando que la chica regrese con nuestra comida. Joaco recarga su cabeza en mi hombro y estiro mi mano para juguetear con sus rizos. Se pone a tararear I'm a believer en un tono muy bajito y eso me hace sonreír.
Noto la mirada de Jens sobre nosotros y por reflejo volteo a verla. Fuerza una pequeña sonrisa y baja la vista hacia la mesa, donde tiene reposada sus manos. La mezcla de añoranza y ternura que alcance a ver en sus ojos me deja un poco descolocado.
Finalmente nuestra orden llega y todos nos ponemos a comer mientras esperamos que Jen rompa el silencio. Comparto mi rebanada de cheesecake con Joaco, y ya estamos por terminárnosla cuando Jens se aclara la garganta.
Todos volteamos a verla de inmediato. Deja su taza de café en la mesa y empieza a hablar.
—Perdón por hacerlos esperar tanto, pero necesitaba cafeína y azúcar en mi organismo antes de esto – nos dice. – Bueno, lo que pasó hoy, y que fue la razón por la que Josh me encontró llorando en la parada del micro, y decidió llevarme con ustedes, es que me peleé con Tamara y con Carmen – relata. Reconozco los nombres como los de dos compañeras del salón, que han sido amigas de Jen durante casi toda la prepa.
—¿Por qué? – pregunta Fer.
—Porque son unas... – hace una mueca y evita la palabra que iba a utilizar. – Siempre he tenido opiniones un poco contrarias a ellas en muchas cosas, hay temas de los que suelen reírse y que a mí no me parecen un chiste, pero esta vez se trataba de algo mucho más personal, y yo esperaba su apoyo, no que se pusieran a cuestionarme cosas y a... argh – se frota la cara con las manos.
Fer pone una mano sobre su hombro y Jen se relaja un poco.
—Saliendo de clase nos fuimos a un parque porque yo quería hablar con ellas, pero obviamente todo se fue a la chingada y me fui a la parada del micro donde Josh estaba – toma una respiración profunda antes de seguir. – En fin, lo que necesitaba hablar con ellas, y que es lo que ahora quiero hablar con ustedes, es sobre alguien que me... Bueno, que me gusta – nos dice.
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Posdata [Emiliaco]
RomanceEmilio es un joven de diecisiete años, que está cursando su último semestre de preparatoria mientras se prepara para entrar a la universidad y estudiar lo que le ha apasionado toda la vida: historia. Todo parece bastante simple en su vida, hasta que...