Capítulo 39. Verdades a la luz.

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Nos acomodamos en un circulo más pequeño al lado de la fogata para poder jugar, y Fer es la primera en girar la botella, que apunta con la boquilla hacia Chava y con el otro extremo hacia mí.

Lo miro levantando ambas cejas y el pone cara de pánico.

—Qué te puedo preguntar... Sé casi todo de ti —digo en voz baja. Le doy un trago a mi bebida, una cuba que Angie me preparó, mientras pienso—. A ver, confiesa algo que yo no sepa de ti.

—A la verga —exclama en voz baja. Fer le ofrece la botella de vodka, pero él niega con la mano y se queda pensando—. Ya sé qué —suelta una risa y le dirige una mirada burlona a Fercha.

—No te atrevas, pendejo, dijimos que nadie se iba a enterar —advierte mi amiga, adivinando lo que Chava está por contar.

Josh mira del uno al otro con el ceño fruncido y Chava continúa riéndose.

—Te chingas, Fer, es lo único que se me ocurre y no quiero ponerme anal, como dirías tú —replica mi amigo. Se gira para verme y suspira; yo levanto una ceja con expresión curiosa—. Hace un poco más de un año, yo creo, Fer y yo... —lo interrumpe su propia risa—. Lo siento, Fer y yo hicimos la cosa esta del pacto de "si a los cuarenta ninguno de los dos se ha casado, hay que casarnos entre nosotros" —logra contarnos entre risas por fin.

Suelto una carcajada y casi todos los demás también, con excepción de Josh, que solo sonríe y parece más relajado que un momento atrás. Y que, cómo no, tiene una lata de cerveza nueva en la mano.

—Y dijimos que no se lo íbamos a decir a nadie —refunfuña Fer.

—Lo sé, Fer —admite Chava—. Pero aprovechando, creo que es buen momento para deshacer ese trato. No me veo casado contigo, wey, prefiero quedarme soltero toda la vida —confiesa.

—La verdad es que yo tampoco me veo casada contigo, Salvador —se sincera Fer, riéndose a la vez. Extiende su mano hacia mi amigo—. Trato deshecho —dice.

—Trato deshecho —acuerda Chava estrechando la mano de mi amiga—. Preferiría casarme con Josh que contigo.

—La verdad es que yo también —concuerda Fer, reacomodándose en su lugar—. En fin, gira la botella y sigamos jugando.

Chava la obedece y ahora la botella señala a Angie, e indica que Josh le pregunte.

Todos volteamos a ver a Josh dudando de si está lo suficientemente en sus cinco sentidos como para procesar una pregunta. Él se queda observando a Angie y pensando por un momento.

—Tú... —la señala con el dedo mientras parece hacer memoria de cómo estructurar una frase—. En el hipotético caso de que no fueras... de que fueras... de que te atrajeran los hombres —postula—. ¿Crees que Chava te habría podido gustar?

Chava se da una palmada en el rostro y Angie mira a Josh abriendo mucho los ojos.

—El Josh borracho es muy imprudente, no me acordaba —murmura Chava a mi lado.

Yo simplemente asiento, y espero que esa imprudencia no acarree ninguna situación no deseada.

—No te ofendas, Chava —comienza a decir Angie—, pero pásame el vodka, Fer, por fa —pide.

Los demás nos reímos de la audacia de An para evadir la pregunta, y después de darle un buen trago al vodka, ella gira también la botella.

Esta vez apunta hacia Joaco, y señala que sea Jens quien le pregunte.

—Mmm —murmura ella—. No tengo idea de qué preguntarte, Joaco.

—Pregunta lo que quieras, Jen, siempre tengo la opción de tomarle al vodka —bromea mi novio.

Posdata [Emiliaco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora