Capítulo 61. Familias por elección.

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Siempre me sorprende lo rápido que transcurre el tiempo cuando no quieres que lo haga.

Ya es viernes y estoy alistándome para irme a la prepa. No es tan temprano como de costumbre, de hecho ya son más de las nueve. El último día de clases fue ayer, y hoy solo será la ceremonia de graduación, pero hasta las dos de la tarde.

La razón por la que ya me estoy preparando para irme es que mis amigues, mi novio y yo, quedamos de vernos temprano en la cafetería de la escuela, aprovechando que todavía hoy estará abierta. Tenemos muchos buenos recuerdos ahí, bastantes de ellos de los últimos meses, y queremos estar todes ahí una última vez.

Para la ceremonia nos vamos a poner las togas que nos entregarán más tarde en la escuela, así que pongo en mi vestimenta solo poquito más empeño del habitual. Me enfundo una camiseta tipo polo de color vino, unos jeans azul claro y mis únicos zapatos formales. Acomodo mi cabello y le sonrío a mi reflejo antes de irme.

Mis padres tomaron el día libre en sus trabajos, así que ambos están en la casa. Bajo a la sala y me despido de ellos para irme a la prepa, pues ellos dos se irán para allá hasta que esté más cerca la hora de la ceremonia.

Tomo prestado el coche de mi papá y conduzco el corto trayecto hasta la escuela. Me estaciono afuera y saludo al guardia como he hecho tantas veces en los últimos años. Camino despacio hasta la cafetería y me detengo por un momento a observar la fachada una vez que estoy ahí. Sonrío al ver el cartel que Joaquín diseñó.

Llama mi atención un anuncio pegado justo debajo en una hoja de color amarillo brillante. Es una convocatoria para que los alumnos de último semestre interesados en dar un discurso de fin de cursos manden un correo y preparen lo que dirán, pues se elegirá a alguien al azar durante el evento.

Hago una mueca al darme cuenta de que la fecha límite para enviar el correo fue hace un par de días, y me río de mí mismo un momento después porque esto no parece algo propio de mí, pero por alguna extraña razón desearía haber visto este anuncio antes para haber podido participar.

—Hola, guapo, ¿por qué tan solito? —dice una voz a mis espaldas.

Me doy la vuelta y le sonrío a Joaquín. Noto que él tampoco se vistió de forma demasiado especial, aunque se ve tan bien como siempre. Trae una camisa tipo crop top de color azul claro, un pantalón negro ceñido y botines también negros, además de sus rizos alborotados.

—Es que estoy esperando a mi guapísimo novio, ¿no lo has visto? —digo, siguiéndole el juego—. Es como de mi estatura, de cabello rizado, tiene unos ojos cafés preciosos y se le ven de poca madre los crop tops. —Hago reír a Joaco y sus mejillas se tornan de un adorable color rosado.

—Fíjate que no lo conozco, pero si no llega, yo sin problemas te puedo hacer compañía —añade mientras me abraza por el cuello.

Me río yo también y rodeo su cintura con mis manos para después acercarme a besarlo.

—Creo que ya llegó mi novio —susurro—. Hola.

—Hola, Emi —me sonríe con ternura—. ¿Por qué estás acá afuera? ¿No ha llegado nadie más?

—No me he fijado —le confieso—. Me quedé mirando los carteles.

Me abraza de lado para verlos él también.

—Me quedó bonito ese cartel —reconoce.

—Bonito se queda cortísimo, mi amor —replico—. Es arte, como todo lo que haces.

—Eres un exagerado —se queja, pero lo veo sonreír complacido—. Sigo un poquito impresionado de que hayas dado tú esa plática, si te soy sincero.

Posdata [Emiliaco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora