Episodio 14:Fue todo menos suerte.

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—Claro oficial Uley

...

Los policías se fueron llevándose lo más pronto posible las muestras que había tomado del cuerpo del chico mientras que Charlie me estaba viendo demasiado sorprendido, pero teniendo en cuenta que está era una escena demasiado grotesca me acerqué a la multitud de los chicos que estaban ahí observando todo y tomé un megáfono haciendo que todos me vean extrañados.

—No hay nada que ver aquí así que andando a sus casas que mañana hay examen sorpresa según lo que escuché que dijo el director, y va a valer el 89% de la calificación final.

—¡¿Examen sorpresa?!

Todos se fueron corriendo menos los Cullen que se quedaron sonriendo por la acción de los demás, pero no le tomé tanta importancia así que solo me acerqué a ellos...me siento demasiado mal ¿Porqué se me ocurrió oler sangre muerta?

—Hola chicos–. Dije un poco lento tratando de mantenerme parada por mi sola, pero me sentía tan débil y asqueada por el olor que aún no se iba de mi sistema que era demasiado difícil convencerlos de que me encontraba bien.

—¿Te sientes bien?–. Preguntó preocupado Emmett, pero a la vez se notaba divertido al verme tratar de mantener el equilibrio.

—No parece que este bien–. Dijo Jasper mientras me veía tan atento a cualquier signo de alerta en mi estado.

—Olió sangre muerta–. Dijo Alice apresurada al ver una parte de mi pasado, pero sé que no es algo claro para su visión–. Aunque debo admitir que es raro porque veo su futuro borroso, como el de los licántropos.

—Ahora no creo que importe lo que veas en su futuro o en su pasado–. Dijo Rosalie defendiéndome, pero ahora no podía darle las gracias por preocuparse por mi, me sentía como una mierda.

Tanto era el dolor de cabeza y las nauseas que sentía de mi misma por haberle roto el corazón a una persona tan especial para mí que la peste de la sangre muerta me afectó más de lo que creía que lo haría.

—¿Lo hiciste?–. Pregunto Edward preocupado al verme en aquel estado.

—Si, fue necesario–. Dije seguido de un suspiro, pero sentía que me caía y estaba apunto de estrellarme contra el suelo sino fuera porque Edward me sostuvo por la cintura evitando que caiga por completo.

—Ten cuidado–. Dijo Edward con una tierna sonrisa mientras me veía a los ojos con una delicadeza que no había visto ni experimentado antes.

—Gracias.

Al ver la mirada divertida de los demás chicos al verme así en los brazos de su hermano decidí que era momento de recuperar la cordura así que me alejé de sus brazos para poder decir lo que en verdad quería comentarles ya que por una razón me acerqué a ellos a hablar.

—Si quieren saber los de las mordidas fueron Laurent y su nueva vampira Lonah–. Dije en un susurro que escucharían perfectamente.

—De acuerdo, nos vemos a las ocho–. Dijo Alice con una sonrisa para irse agarrada de la mano de Jasper–. Descansa para que tu príncipe no te tenga que volver a tomar de la cintura para evitar que caigas.

Me alejé de ellos apenada y con las mejillas ardiendo para después subir a la patrulla con Charlie mientras sentía que mi corazón palpitaba más de lo normal y mis mejillas empezaban a arder demasiado, pero tenía que controlarme porque ahora pensaba vengar la muerte de Vallejos, después de un largo recorrido volvimos a la estación donde llevaron a la chica a una celda dándole 18 años por homicidio de ese chico.

Así que regresé a mí puesto donde acomodé todo los papeles de las pruebas de la escena del crimen y estaba esperando las pruebas que mande al laboratorio que no tardaron tanto en llegar porque era asunto urgente.

—Aquí tiene las pruebas del ADN que mando a hacer oficial Uley.

—Gracias Gonzales.

Gonzales se fué dejándome todo el papeleo de las pruebas y eran iguales a las del cuchillo y a al ADN de esa chica como ya había dicho.

—¿Qué es eso?–. Preguntó Charlie intrigado al ver demasiado papeleo que él no tenía sobre mi mesa así que tomo una de las sillas para sentarse enfrente de mi escritorio tomando uno de los papeles para leerlo.

—La prueba contundente de que esa chica mató a su novio...la prueba de ADN de la uña encaja perfectamente con el ADN de esa chica y con las huellas que había en el cuchillo.

—¿Cómo lo supiste tan rápido?–. Pregunto levantando la vista del papeleo y lo dejó nuevamente sobre mi escritorio.

—Pues muy fácil a decir verdad, ella era la única que estaba demasiado nerviosa ante la situación, no dejaba de mover su mano y tenía manchas de sangre que se secaron en su falda de igual forma la uña partida que encontré tenía el mismo diseño de la uña que se le quebró.

—Fue suerte.

—Fue todo menos suerte Charlie–. Dije con una sonrisa autosuficiente ya que me sentía orgullosa de que mis habilidades ayudaron a resolver más rápido un homicidio.

Me quedé leyendo los papeles de este homicidio y todo encajaba con ella, menos las mordidas y Charlie no dejaba de pensar en eso y a cada rato me lo preguntaba así que se me ocurrió una idea para hacer que deje de preguntar porque no podría decirle que las mordidas fueron unos vampiros sedientos de sangre que no les importo que fuera sangre contaminada.

—Las mordidas debió de ser de un animal salvaje que olió la sangre y entraron a devorar el cuerpo, pero cuando escucharon pasos se fuerón.

—Tienes razón, debió de ser eso pero en fin ya es tarde, nuestro turno ya acabó y te puedes ir–. Dijo Charlie con un tonó menos frío que de costumbre y estaba apunto de salir, pero cuando estuvo por abrir la puerta se dió la vuelta para verme–. Por cierto bienvenida al equipo, oficial Uley.

—Gracias Charlie.

—Nos vemos mañana TN.

Charlie salió de la estación ya que eran las ocho de la noche y yo seguía recogiendo los papeles del caso para cerrar el expediente del homicidio pasional de Edgar Vallejos, pero cuando menos me di cuenta el dulce aroma de Edward llenó el ambiente envolviendome en un aroma dulce y relajante a la misma vez, así que alcé mi mirada de los papeles y el ya mencionado estaba adentro de la estación frente a mí escritorio con una sonrisa divertida al verme tan concentrada al ordenar los archivos de casos de ataques en Forks, vaya que Edward se notaba demasiado feliz al igual que ansioso al verme que se me hizo tierno de su parte.

—Ya son las ocho, Cenicienta.

El color de tus ojos (Jacob Y Tú)(Crepúsculo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora