El color de tus ojos (Jacob Y Tú)(Crepúsculo)

Episodio 10: El primer ataque

Después que recorrí el resto del camino que me hacía falta para llegar a la casa de los Black me bajé de mi moto y cuando estaba en la puerta apunto de tocar olí a Jake atrás de mí así que me di la vuelta para verlo y me estaba observando demasiado molestó.

El chico apuesto que estaba delante de mi estaba apunto de acercarse para gritarme, cuando toqué la puerta para que me abran y poder avisar que llegué claramente, para mí suerte no tardo nada en que Billy abriera.

—Hola TN, Sam dijo que vendrías para ayudarme en la reparación de los coches–. Dijo Billy con una amplia sonrisa mientras posaba su mirada en mi y luego en su hijo que seguía atrás, pero podía sentir que no estaba muy feliz de verme en su casa.

—Claro que sí, siempre me ha encantado ayudar. 

—Bueno pasa.

Pasé al interior de la casa como Billy me lo había indicado, seguida de Jake el cual solo estaba callado viéndome seriamente y siguiendo todos mis movimientos así que le dedique una sonrisa a lo cual él rodo los ojos demasiado frustrado.  

—Y TN ¿Tienes experiencia en la mecánica?–. Hablo por fin Billy haciendo que Jake y yo dejemos de pelear discretamente.

—Si, de hecho yo repare la moto con la que vine, también he reparado el coche de mi hermano y sus amigos, y voy a reparar el coche...–. Pare un segundo ya que no quería arruinar esto, pero tenía que ser sincera y mis ganas de ver el mundo arder me ganaron–. El coche de Embry también.

Cómo era de esperarse Jake al escuchar que pronuncie el nombre de Embry se tensó y parecía demasiado molesto al recordar que uno de sus mejores amigos le haya dado la espalda para estar del lado de los hermanos Uley, dos personas que supuestamente los tres odiaban con su vida.

No era mentira nada de lo que dije sobre los coches...la moto yo la arregle y por eso estaba tan feliz cuando Sam me la dió...se suponía que iba a venderla, pero no lo hizo claramente...y sobre lo de Embry tambien era verdad, solo que no era oficial ya que había leído sus pensamientos y me iba a llevar su coche para que lo repare ya que mi hermano le dijo lo buena mecánica que soy...y porque me quiere poner a trabajar a cada rato por haberlo desobedecido.

—Vaya, es una gran sorpresa escuchar sobre tus habilidades con la mecánica así que TN creo que está bien si empiezas hoy conociendo todo el trabajo que Jacob hace y creo que vas a trabajar con mi hijo, pero mañana empiezas ya que tú hermano también me dijo que ibas a ir a tu otro trabajó en la policía con Charlie–. Dijo con una sonrisa de satisfacción mientras se despalazaba en sus silla de ruedas por toda la casa viendo discretamente las facciones de su hijo hacia mi y aunque quisiera mentir yo también estaba viendo discretamente a Jake para saber lo que pensaba acerca de mi.

Después de que Billy dijo eso escuché latir demasiado fuerte el corazón de Jake que estaba demasiado molesto así que salió de la casa...le dirigí una mirada a Billy que pareció entender y me dejó ir detrás de él.

Salí corriendo de la casa ya que escuchaba que se estaba alejando y cuando salí pude sentir que estaba en el bosque, pero en ese momento pude ver unos ojos rojos cerca de él, eran los mismos ojos que había visto antes mirándome,  pero ahora habían otros dos pares de ojos así que corrí detrás de Jake en modo de querer defenderlo, puede que no sea parte de la manada aún, pero sentí una gran necesidad de protegerlo apenas ví los ojos rojos mirándolo con deseo.

Cómo había pensado me tiré sobre él haciendo que caiga al suelo y me pare de golpe cuando vi que una chica de cabello rubio con rizos estaba delante de mí mostrando ya sus colmillos apunto de atacar dado que el aire no me ayudaba ya que mi cabello volando lejos de mi cuello soltaba mi olor a sangre.

Pude ver que Jake aún estaba en el suelo sin mirar que estaba pasando así que me tiré hacia ella que no pudo escapar aunque trato de moverse con su velocidad haciendo que realmente se moleste.

—¡¿Pero qué?!

Grito molesta tratando alejarse de mi, pero no pudo hacerlo aunque pude ver de reojo que sus dos acompañantes habían bajado de dónde estaban así que me alejé de ella, ambos chicos ya estaban cerca de Jake que no me importaba que me mordieran solo quería salvar la vida de Jake Black a pesar que lo odie no puedo dejar que le hagan daño, sino Sam me va a matar.

Los tres estaban apunto de atacarnos cuando saque mis colmillos y mis ojos se volvieron rojos haciendo que los tres se vean entre sí demasiado confundidos ya que no tengo olor a vampira.

—Él está conmigo–. Dije casi en un rugido haciendo que la chica baje la guardia y me lance hacia ella poniendo mis garras en su cuello–. Si no se van le voy a arrancar la cabeza.

—Creo que es hora de irnos...James,  Victoria–. Dijo el vampiro de ojos rojos haciendo que James el chico de cabello rubio y largo tambien dejara su posición de ataque para darse la vuelta e irse corriendo junto a su novia Victoria y Laurent él de ojos rojos que les dio la orden de irse.

Cuando me di vuelta pude ver que Jake si había visto la parte donde sacaba mis colmillos y cuando pude ver mi reflejo en sus ojos aún tenía los ojos rojos...¿Me salieron colmillos?...Pero si no soy vampira al cien porciento.

Lo más importante que inundaba mi mente era que acabo de arriesgar mi vida por Jake Black, acabo de arriesgar mi secreto por un chico que me odia porque piensa que droge a su amigo para que esté en mi secta.

Había arriesgado todo lo que construí por Jacob quien ahora me tiene miedo, pero no puede salir corriendo porque sabe que lo alcanzaría en cualquier momento supongo que cuando quiero salvar realmente a alguien que me importa me salen los colmillos, necesito dejar de ser mestiza ahora.

No es que ser mestiza sea tan malo es solo que hay varios lobos que odian con desprecio a los mestizos a pesar de que tengan mitad genes lobos, hay una forma para que deje de ser mestiza, pero tendría que ir a París y para pedir permiso tendría que explicarle a Sam porque quiero ir, cosa que sería decirle que soy una mestiza y me va a matar cuando sepa que se lo escondí durante seis años.

Gracias a mis impulsos de querer salvar a una persona que me odiaba tendría que darle explicaciones que no eran momento de dar.