Episodio 22: Imprimación

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Jacob soltó el collar para empezar a caminar a su cochera mientras que lo seguía a paso rápido porque el chico de tez morena tenía piernas más largas que las mías y me era difícil seguir su paso, sin embargo logré llegar a su lado una vez que entramos a la cochera.

Una vez que logre observar su mirada pude notar cierta molestia e incomodidad desde que había tomado mi collar entre sus manos y me di cuenta que realmente odia demasiado a Edward Cullen y por más que tenía dudas que deseaba exponer decidí guardar silencio mientras que lo observaba detenidamente.

Mientras que Jacob Black comenzaba a reunir todas las cosas que necesitaríamos para ir reparando los automóviles que se encontraban estacionados en orden dentro de la cochera, no podía dejar de observarlo. Tenía el cabello suelto que le llegaba por debajo de los hombros demasiado revuelto, desacomodado de una forma tan despreocupada y elegante a la misma vez que no parecía que estuviera desalineado por el fuerte clima que atacaba a la reserva; su mirada estaba clavada en cada uno de sus movimientos bruscos pero cuidadosos para no salir herido, sus brazos musculosos cargaban piezas mecanicas y sus labios, sus labios eran lo mejor de todo, ligeramente abiertos y algo gruesos.

Él tenía muy en cuenta que estar a mi lado era de pensarse dos veces dado que ciertos vampiros habían llegado hasta él y yo estaba involucrada, sin embargo, lo que menos quería era que le hicieran daño. Eso no quitaba el hecho de que Jacob me odiara en el fondo de su interior por el simple hecho de que soy mitad vampira.

—¿Hace cuánto chupas sangre?

Debo admitir que su pregunta me tomo por sorpresa y me incómodo hasta cierto punto ya que en mi vida había probado sangre de algún humano ni de ningún animal.

—Soy humana Jacob, no necesito tomar sangre de nadie.

—Una humana no puede elevarse más de 20 metros desde el suelo.

En su mirada reflejaba auténtica confusión ante mis palabras y fue cuando entendí. Jake no sabe que soy híbrida de vampiros y de licantropos.

—Olvidalo Jacob.

Sin decir nada más me coloque a su lado para tomar una de las piezas que sostenía y comenzamos a trabajar sin volver a dirigirnos la palabra. Estuvimos trabajando durante dos horas y ninguno de los dos fue capaz de dejar a un lado su orgullo para romper el silencio incómodo que se había generado. Si de por sí era incómodo trabajar en silencio, el hecho de que Jacob estuviera sobre mi atento a cada movimiento lo hacía mucho pero.

No sabía si era su aura demasiado imponente u otra razón, pero me sentía demasiado nerviosa ante su mirada y me encantaría saber el porque me hace sentir vulnerable estar cerca de él.

—¿Cómo aprendiste sobre mecánica si nunca salias de tu casa?

—Mi hermano es un buen maestro, además me gusta leer y solo hay libros de ese tipo en mi casa.

Al momento que decidí incluir a mi hermano en la conversación pude ver cómo Jacob se tensaba y desvío la mirada de inmediato.

Después de haber terminado de trabajar estábamos hablando, pero cuando decidí ponerme a guardar las cosas pise un engrane que se me había olvidado levantar del suelo cosa que ocasionó que tropezar al grado de estar apunto de caer cuando el chico me tomó de la cintura atrayendome hacia su cuerpo y a pesar de estar de pie, no me solto ni yo me aleje.

El color de tus ojos (Jacob Y Tú)(Crepúsculo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora