Set Me Free

Corazón hecho nudo

Zacky:

Reí por lo bajo, negando con la cabeza y salí del chat de Matt. Estuve a punto de dejar mi celular, hasta que otro mensaje entró.

Dra. Vera Gorski: Zacky, ¿estás ocupado?

Zacky: No, ¿por qué?, ¿qué pasa, Vera?

Dra. Vera Gorski: ¿Puedo llamarte?

Zacky: Seguro.

Segundos después de aquellos mensajes, recibí una llamada de Vera.

—Hola, Vera, ¿cómo estás?
—Hola, Zacky, excelente, ¿y tú?, ¿cómo está Milly?
—Ambos estamos bien, gracias. ¿Ocurre algo?
—No, no, bueno, sólo quería hacerte algunas preguntas acerca de algo que me dejó muy intrigada.
—Te escucho.
—Supongo que Matt te comentó que el día de hoy regresó a terapia conmigo.
—No... no me dijo nada. Sabes que es muy comunicativo. —Blanqueé los ojos.
—Sí, no me sorprende. Como sea, sabes que yo no tengo permitido hablar de las cosas que mis pacientes me cuentan, pero... ¿tú conociste a la madre de Matt?
—No, sólo la llegué a ver un par de veces cerca de mi vecindario. Y eso, bajo los efectos de las drogas. Después de eso no supe más de ella. Años después cuando Matt y yo nos hicimos amigos, él me contó todo lo que habia ocurrido con ella.
—Entiendo, ¿conociste a Miros, cierto?
—Sí, a ella sí, perfectamente. Era una mujer excepcional.
—¿Ella alguna vez te contó cosas acerca de su hija?
—No, al parecer a ella no le gustaba hablar de eso. ¿Por qué?
—¿Alguna vez la escuchaste mencionar que tuviera más nietos, aparte de Matt?
—Nope... por lo que sé, la madre de Matt, fue su única hija, así que no... no tuvo más nietos. Además de que cuando Miros falleció, su testamento decía que otorgaba todos sus bienes a su nieto, o sea a Matt. No había nadie más.
—Comprendo...
—¿Por qué me preguntas esto?
—Por nada... sólo eran unas cuantas dudas...
—¿Sólo eso?
—Sí, no me hagas caso, Zacky, a veces demasiado trabajo me hace pensar incoherencias. Necesito descansar. Hablaremos luego, ¿vale?
—Vale...
—Buenas noches.
—Buenas noches, Vera. —Colgué.

¿A qué habían venido todas estas preguntas? Quería creer lo que Vera me había dicho al final, pero me era muy difícil. Ella era una total profesional, y no tenía sentido que hiciera conjeturas sin razón alguna.

Matt seguía preocupándome constantemente. Ahora debía saber el por qué de su regreso a terapia. Debí preguntárselo a Vera en cuanto tuve oportunidad. Pero sus preguntas acerca de la familia de Matt, me habían sacado de aquél contexto.

Yo era todo lo que Matt tenía ahora, y temía no estar dándole la importancia necesaria a su vida. Tal vez debía ser más persistente respecto a estar al tanto de la misma. Sin embargo, sacarle el más mínimo dato a ese hombre, era como intentar resolver un puzzle con las piezas de otro puzzle. ¿Acaso mi hermano había perdido la confianza en mí? Se había vuelto tan reservado con absolutamente cada detalle de su vida, cuando salió del psiquiátrico. Me sorprendió tanto que me hablara de esa chica el día de hoy. Evadir temas de ese tipo era su especialidad.

Tal vez yo mismo había sido culpable de su ahora mesurada manera de expresarse, incluso con los que éramos como su familia. Al encerrarlo contra su voluntad en ese maldito hospital. ¿Pero qué otra alternativa tenía? No iba a permitir que mi hermano muriera, cuando la mujer de su vida sacrificó su vida para que él viviera la suya.

Había pedido perdón, fácil, una centena de veces por eso. Y a Matt parecía incluso ofenderle que lo hiciera, cuando asegura que eso ya está perdonado desde hace mucho tiempo. Probablemente tenía que haber aceptado muchísimos años atrás, que mi hermano no era la misma persona que había conocido después de esa larguísima y necesaria terapia.