Amistad honesta

39 7 7
                                    

—Disminuye la velocidad... —le dije a Blake, quién iba al volante de su propio auto—. No olvides mirar ambos retrovisores, es muy importante...

—Entiendo... —Se volvió hacia mí, durante una parada—. ¿Por qué estás tan serio?

—¿Eh?, ¿yo? No... sólo estoy concentrado. —Regresé mi mirada al frente.

—Tienes el ceño fruncido... —Rió.

—Es que el sol me lastima. —Apenas si la miré por una milésima de segundo.

—¿Qué te pasa?

—Nada...

—Joder, Matt, eso de responder "nada", cuando es evidente que pasa algo, sólo es de mujeres.

—¿Y por qué?, ¿que no debe haber igualdad de género? —pregunté indignado.

—Calla ya y dime qué te ocurre... ¿Estás enfadado conmigo?

—No... —En realidad el enfado era más conmigo mismo—. ¿Qué tanto soy yo para ti?

—¿Cómo? —Parpadeó numerosas veces.

—No me malinterpretes... Mira, Blake, yo soy de pocas amistades y tú lo sabes. Y yo te considero... de mis mejores amistades... —confesé—. Sólo me gustaría saber si tú piensas lo mismo de mí.

—Matt, lo eres...

—No, pero no quiero que me lo digas por pena... necesito saberlo, porque de otra forma no podré pasar a lo que quiero decirte... No sería correcto, ¿me explico? —dije sin poder ocultar mi nerviosismo.

—No te lo digo por pena, contigo puedo hablar de cualquier cosa, puedo confiar en ti. Eres de mis mejores amigos... —Mis pulmones se llenaron de aire al escuchar aquellas palabras.

—Es que...

—¿Es que... qué?

—No me agrada ese tipo...

—¿Estás celoso? —Sonrió.

—¡No! —chillé—. Agh... por eso te dije que era necesario que me dijeras lo anterior, si puedes confiar en mí, entonces confía en que sólo quiero lo mejor para ti.

—Vale, vale... ¿por qué no te agrada? —Se encogió de hombros.

—Es que bueno... —Miré por la ventanilla, como si quisiera que las palabras me llegaran del cielo—. Apenas hace poco que sales con él...

—¿Yyy? —Frunció el entrecejo.

—Que sentí un poco apresurada la idea de una cita en tu apartamento... —dije, mientras observaba los tatuajes en mis muñecas, evitando así, ver a Blake a la cara.

—¿Vas a decirme que tú nunca lo hiciste? —Rió. Las imágenes del recuerdo de mi segunda cita con Courtney llegaron a mi cabeza, al tiempo que soltaba el aire.

—No dije que jamás lo haya hecho... —dije intentando centrarme en el aquí y ahora, sin perder la cabeza, gracias a aquél fugaz flashback—. Pero era muy joven y en ese entonces me era fácil jugar con los sentimientos de las chicas...

—Entiendo, tal vez tengas razón. Pero cuando llegas a cierta edad, aprendes a cuidarte sola. Y yo no permitiría que ni Tann, ni nadie me obligara a hacer algo que no quiero... —Su respuesta me había dejado tranquilo y confundido a la vez.

—Sí, sí, lo sé... pero a lo que quiero llegar es que, no es muy correcto tener una cita con una chica con la que quieres algo serio en su casa, o en la tuya...

—¿Por qué? —Odiaba cuando Blake me miraba de esa forma. Con esos ojos bien abiertos, esa sonrisa de lado, combinandos con ese tono de voz tan seductor. Me hacía tener deseos de decirle lo molesto que estaba de que estuviera saliendo con ese idiota y hacerle en este automóvil todo lo que a dicho idiota le encantaría hacerle.

Set Me FreeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora