Set Me Free

Terapia

Cuando el vuelo de ida y vuelta terminaron, recogí mis cosas, me despedí de las chicas y salí a buscar un taxi.

—Blake... —Escuché la voz de Matt a mis espaldas, al tiempo que daba unos toquecitos en mi hombro.

—Ah, ¡hola! —Me volví hacia él.

—¿Te vas sin despedirte de mí?

—Lo siento, creí que ya te habías ido... no te vi.

—Bueno, entonces te perdono. —dijo con una risita—. ¿Quieres que te lleve?

—Ahm... no me gustaría molestar.

—No es molestia. Somos amigos, ¿no?

—Sí, aunque no sé qué tanto realmente pueda conocer de mi... amigo, si él es tan reservado. —Me crucé de brazos y sonreí de lado.

Matt sonrió con los labios juntos, y miró al suelo.

—¿Eso es un sí? —preguntó después de algunos segundos sin saber cómo responder a eso.

—Sí, claro, vamos. —Reí.

—Sube entonces...

Matt caminó hacia su Tesla color negro, aparcado a unos metros de donde yo esperaba el taxi y me abrió la puerta del copiloto.

—¡Qué caballero!... amigo. —Su respuesta, una vez más, había sido una tierna sonrisa.

Entré, me coloqué el cinturón y observé cada movimiento que Matt hacía. Se quitó el saco de su uniforme, al igual que su corbata. Dejó ambos en el asiento de atrás y subió.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —pregunté en cuanto cerro la puerta.

—Adelante —respondió mientras encendía el vehículo.

—¿Te costó mucho trabajo conseguir trabajo con tus... tatuajes? —Señalé su brazo.

—Un poco. Hay aerolíneas chapadas a la antigua. Pero estaba muy bien preparado, así que no tardó alguna en aceptarme.

—Comprendo y... ¿piensas hacerte más?

—No... —Soltó una risita nerviosa—. No, eso ya no es lo mío.

—¿Tampoco las perforaciones? —Matt se volvió a verme con los ojos un poco más abiertos de lo normal—. Noté el hoyito de la perforación cerca de tu labio, Matt.

—Vaya que eres observadora —dijo con una encantadora sonrisa, mientras regresaba su mirada al frente—. No, tampoco las perforaciones.

—Supongo que se te debió de ver muy bien... —No había podido evitar morderme el labio diciendo eso—. ¿Por qué dices que ya no es lo tuyo?

—Porque estos tatuajes y la perforación, me los hice cuando era muy joven... Muy joven y estúpido. —Reí divertida—. No me malinterpretes, me siguen gustando los tatuajes, pero... digamos que los tatuajes fueron parte de una época de mi vida a la que ya no quiero pertenecer nunca más. En ningún aspecto. Lo único que sigo conservando son las expansiones.

—Ya, pero, ¿por qué?... Quiero decir, yo disfruté mucho mi época de estudiante. Hice algunas estupideces, pero nada que no me haya hecho crecer como persona.

—Yo no tuve una juventud como la tuya, Blake. Eso te lo puedo asegurar —dijo con el ceño fruncido—. Además... —Su rostro volvió a relajarse. Había interrumpido la pregunta que apenas se estaba formulando en mi cabeza—. Tú aún eres muy joven.

—Ni siquiera sabes qué edad tengo. —Reí.

—No, pero estoy seguro de que eres mucho más joven que yo. —Encogió ambos hombros—. Por cierto... ¿qué edad tienes?