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Leah: Oye, Blake!
Blake: Hola, Leah.
Leah: Sé que tú y Matt están muy ocupados, pero Rox y yo queríamos invitarlos a tomar algo en la noche.
—¿Con quién hablas? —preguntó Matt, mientras yo esperaba pacientemente a que guardara sus cosas.
—Ahm... con Leah, nos está invitando a tomar algo esta noche.
—Pff... —Rodó los ojos.
—¿Qué? —Sonreí.
—No me gusta que le hables a Leah...
—¿Por qué?
—No es una buena amiga.
—Es un poco entrometida, pero es linda.
—No me gusta cómo te mira...
—¿Qué dices? —Reí.
—No me malinterpretes. Es que siento que te mira con un poco de... envidia. O más bien, demasiada.
—Pues yo creí que te agradaba... —Me crucé de brazos.
—Pues no, últimamente no.
—Antes sí, ¿no? —pregunté, jugando con las puntas de mi cabello. Matt dejó de empacar sus cosas y se volvió hacia mi con el entrecejo fruncido—. Vamos, Matt, ella me lo contó...
—Fue sólo una vez, Blake.
—Ya, pero ocurrió...
—Sí, sí, pero no significó absolutamente nada para mí. Leah hizo demasiada presión y yo cedí. No estuvo mal, pero no lo volvería a hacer. Leah no me gusta. —Continuó guardando sus cosas.
—Pero te gustó esa vez... —Él volvió a parar.
—Vale, es atractiva, pero ella como persona jamás me ha gustado... Es muy falsa...
—Ya. —Permanecí en silencio.
—Tú eres mil veces más atractiva que ella —dijo al percatarse de mi seriedad.
—Ya lo sé. Sólo quería que lo dijeras... —Sonreí inocente.
Matt rió ante mi comentario y dio un tierno beso en mi mejilla.
—Como sea, de cualquier forma no tengo ganas de salir, cuando me puedo quedar contigo. —Sostuvo mi barbilla, como era de costumbre.
—Entonces vamos a mi habitación ya... —dije con una sonrisa coqueta.
—Vamos... —Sonrió, tomó su maleta, y permitió que lo tomara de la mano para llevarlo a mi habitación.
—¡Espera! —Reí nerviosa, intentando abrir la puerta, teniendo ya los labios de Matt sobre mi cuello.
—Me provocaste desde que despertaste, te tengo ganas desde entonces...
—Tú escogiste comer comida y no comerme a mí, no es mi culpa —dije entre carcajadas.
—Era tarde y no quería que estuvieras sin comer, linda —Su seductor tono cambió a uno enternecedor.
—Ya lo sé y te lo agradezco... —Abrí la puerta, él cerró detrás de él y me puso contra la pared, quitó mi corta camiseta y puso sus labios sobre los míos.
Subí mi pierna, rodeando su cadera y en ese momento sentí una ligera vibración en mi pantorrilla, que venía de su bolsillo trasero.
—Mierda... —murmuró, para después responder—. ¿Sí, señor?... Sí... —Rodó los ojos—. Sí, ya voy... —Colgó.
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Set Me Free
FanfictionLa calma no llegó después de la tormenta más violenta. Cuando la peor pesadilla de Matt se hizo realidad, supo que su más merecida condena sería vivir para siempre dentro de ella. Ahogándose en remordimientos, y refugiándose en recuerdos. Deseando...