Set Me Free

"No..."

Matt:

Eran casi las siete de la mañana, nos dirigíamos al aeropuerto, y el silencio había reinado en mi auto desde un inicio.

—¿Dormiste bien? —le pregunté a Blake, quién sólo se había dedicado a mirar a través de la ventanilla.

—Regular... —respondió sin más.

—¿Desayunaste?

—Sí...

—Pff... Blake, no hagas esto... —dije cansado de la situación.

—Entonces no debiste insistir para traerme. —Hizo una sonrisa sarcástica.

—También deberías estar enfadada con ese pedazo de idiota. No fui el único que discutió —dije en mi defensa—. Y lo que yo vi es que lo perdonaste demasiado rápido...

—¿Tú viste? ¿¡Nos espiaste!? —Mierda, mierda...

—No...

—¡Acabas de decir que nos viste!

—Vale, vale, tal vez observé por la mirilla de la puerta. —Me encogí de hombros.

—Ash... —Rodó los ojos, haciendo que quisiera quitarle aquél gesto de enfado a besos. Maldición—. La diferencia es que él sí se disculpó...

—Lo lamento... —dije después de varios segundos—. Pero no por él, lo que le dije a él iba muy en serio... Sólo lo digo por ti... —aseguré.

—Empezaste esa pelea con algo que no tenía ninguna importancia...

—¿Ninguna importancia?

—¡Sí!

—¿¡Te parece que no me importa tu bienestar!? Lo que dije es verdad... si tú no hubieras estado ahí, jamás te habrían puesto una mano encima, Blake.

—Pero estaba, porque fue mi decisión esperar a Tanner ahí y también la de seguirte.

—Yo jamás te habría dejado esperando en medio de un parque sola y mucho menos de noche... —reproché—. Y yo soy tu amigo... Él como pretendiente tuyo debería de cuidarte aún más.

—Amigo, amigo... —Blanqueó los ojos—. ¿No será que estás tan enfermo de celos que no puedes soportar que Tanner se equivoque? Vale, sí, tal vez no estuvo bien, pero también fue culpa mía.

—¿Qué dices? —Arrugué el rostro.

—Matt, tienes celos de Tanner, no me acabo de enterar, siempre lo supe, pero jamás imaginé que te volverías peor de insoportable que mi padre.

—¿Insoportable es que simplemente quiera lo mejor para ti? —pregunté indignado.

—Tanner es un buen chico... —Solté una risa sarcástica en respuesta—. ¿Qué? —cuestionó.

—Eres tan inocente... —dije entre risas.

—¿Qué me quieres decir con eso?

—No estoy diciendo que ese tipo sea una mala persona como tal... Pero conozco a los de su clase. Cuando menos te lo esperes va a estar controlándote de la manera más sutil. Tan sutil, que ni siquiera vas a notarlo, a excepción de las personas que te rodeén.

—Tanner no me ha controlado jamás. Él nunca me ha prohibido ser amiga tuya.

—No, pero estoy casi seguro de que te dijo que no le agrado... —Blake se quedó en silencio unos segundos.

—Da igual, tú también me lo dijiste...

—No es lo mismo, yo soy tu amigo y como tu amigo, puedo decirte cuando alguien no me parece bueno para ti. Él te mencionó que yo no le agrado, pero lo único que tenemos tú y yo es una amistad. Esa es la diferencia. —Blake resopló, haciéndome saber que tenía razón.