Set Me Free

"Ahora no..."

Las puertas de la terraza permanecían abiertas, dejando así que la brisa y el sonido del mar entrara. La vista aquí de noche era majestuosa. El cielo estrellado iluminaba de manera tenue la habitación. Pero incluso eso se quedaba pequeño, al lado de la perfecta visión que ahora tenía de Matt. Sus latidos tan cerca de los míos, al parecer ya se encontraban sincronizados. Jamás pensé que el sonido de las olas del mar podía ser más perfecto, hasta lo que escuché a la par con su apacible respiración. Con sus fuertes brazos rodeándome, y su jodidamente atractivo rostro tan cerca del mío, dormía pacíficamente.

Cerré los ojos después de varios minutos de disfrutar del entorno, decidida a dormir. Pero un salvaje y rápido salto de parte de Matt, me hizo abrir los ojos de nuevo.

—¿Qué pasa? —pregunté hallando en su rostro un gesto de angustia.

—Es que...

—¿Qué ocurre? —insistí, buscando su mirada.

—Es que tuve una pesadilla... —dijo avergonzado. Mi corazón se achicó. Matt había lucido como un adorable niño pequeño asustado.

—Oh... —Acaricié su mejilla—. ¿Quieres hablar de ello? —Matt negó con la cabeza—. Está bien... sólo fue un sueño... —Él volvió a abrazarme, esta vez como si de un muñeco de peluche se tratara y acomodó su cabeza sobre mi pecho—. Duerme... —susurré acariciando su cabello.

~

Desperté en la mañana, al percatarme de la ausencia del calor de Matt en mi cuerpo. Me incorporé con la sábana cubriendo mi cuerpo y lo busqué con la mirada por toda la habitación.

—¿Matt? —lo llamé.

Bajé mis piernas de la cama y encontré una nota justo sobre mi teléfono celular, misma que leí enseguida.

"Tengo junta con el supervisor esta mañana, no quise despertarte.

Por favor, baja a desayunar. Te veré en el aeropuerto.

Matt"

Me tranquilicé, aunque me preocupé de que no lo suficiente. Dejando de lado las cosas negativas rondando mi cabeza, aparté las sábanas de mi cuerpo, tomé una ducha y bajé a desayunar.

Con el uniforme ya listo y mi maleta hecha, llegué al aeropuerto.

—¡Hola, Blake! —me saludó Rox.

—Hola, Rox, ¿has visto a Matt?

—Ya está en cabina con Mohammed.

—Aún faltan veinte minutos —dije extrañada.

—Lo sé, dijo que quería ver que todo esté en orden. Recuerda que es un viaje largo.

—Ya, es verdad...

—¿Y cómo la pasaron tú y Matt? —preguntó sonriendo de lado.

—De maravilla. No quiero que este viaje acabe... —dije haciendo un puchero.

—Si fuera tú, tampoco querría que acabara. —Rió traviesa.

Matt: ¿Desayunaste?

Recibí un mensaje de él en ese instante.

Blake: Sip. Debiste despertarme, pude haberte acompañado para poder desyaunar juntos después.

Matt: Debías descansar, es un viaje largo.

Blake: Es verdad, pero quería desayunar contigo.

Matt: Lo importante es que hayas comido bien.