Insomnio libre de ansiedad

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Me incorporé agitado, y con los ojos llorosos. Solía tener sueños reviviendo mis recuerdos cada que sufría de insomnio.

Estiré mi brazo hacia mi buró izquierdo y tomé mi celular. *Las 2:47 am* Ahora sabía que no podría volver a dormir.

Mi pesadilla se había terminado, pero mi respiración no se regulaba. Tendría un ataque de pánico pronto. ¿Cuántas noches más la ansiedad iba a tener que ser mi única compañía?

Encendí la pantalla de mi celular nuevamente y después de desbloquear la misma, fui al chat de Blake. Estaba en línea. ¿Acaso la había llamado por telepatía diciéndole que la necesitaba despierta ahora mismo? ¿Por qué siquiera sentía que la necesitaba?

Matt: Blake, ¿estás ahí?

La respuesta no se hizo esperar.

Blake: ¡Oh, hola! :)

Matt: ¿No puedes dormir?

Blake: No. Y en realidad es bastante extraño, porque nunca tengo problemas de insomnio, pero hace como media hora que una pesadilla me despertó y no pude volver a dormir.

Blake: ¿Tú sí tienes insomnio, no?

Matt: ¿Cómo lo sabes?

Blake: Rara vez te veo sin ojeras haha

Matt: Pues sí, casi nunca duermo bien.

Blake: Como sea, ¿necesitas algo?

Matt: Ahm... no, ¿por qué?

Blake: No sé, no respondiste mi último mensaje y curiosamente me mensajeas ahora.

Matt: Lo siento, te dejo dormir ya.

Blake: No, no, no es eso. Sólo quiero saber si te encuentras bien.

Matt: Bueno, a nadie más se lo he dicho, pero... sufro de ansiedad. Y muchas veces los ataques vienen cuando tengo insomnio, sólo buscaba distraerme un poco.

Matt: Pero si te molesta, te entiendo. Buenas noches.

Blake: Espera, no te vayas.

Blake: Estaba pensando en prepararme un té para dormir, ¿vienes? Puedo hacerte uno a ti también.

Matt: No quisiera molestar.

Blake: Vamos, no voy intentar seducirte, lo prometo. 😂

Matt: De acuerdo, ya voy. Y no era por eso.

Blake: ¿Entonces puedo seducirte? :o

Matt: No. Voy para allá.

Blake: Vale :D

Me coloqué unas sandalias color azul marino, la primera camiseta que encontré en uno de mis cajones, arreglé un poco mi cabello y razoné lo rápido que hablar con Blake había ayudado a calmar mi ansiedad.

Al salir de mi apartamento, cerré la puerta detrás de mí y caminé hasta el apartamento de Blake.

—Hola —saludó Blake al abrir, dejándome con los nudillos en el aire, apunto de tocar su puerta—. Pasa... —Sonrió coqueta.

—Ahm... — hice lo que me dijo y cerré la puerta detrás de mí.

Por fortuna, Blake no se había resbalado con la saliva que muy probablemente había derramado al verla con esa camiseta de tirantes ajustada color gris, y esas bragas rosa pálido.

—Siéntate, ya casi está el agua. ¿Te sientes bien? —preguntó al tiempo que caminaba al otro lado de la barra que dividía la cocina y la sala.

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