"Juegos"

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Blake:

Terminaba de arreglarme para el cumpleaños de Amelia, cuando una llamada de Tanner entró a mi celular.

—¡Hola, Tann! —Respondí.
—Hola, linda. ¿Qué harás hoy? Estaba pensando en que podíamos ir a algun museo y de ahí a comer o... a donde tú quieras.
—El día de hoy ya tengo planes, guapo.—Reí.
—¿Sin mí? —Supe que Tann había hecho un puchero.
—Sí, así es.
—¿Qué tienes qué hacer hoy, hermosa?
—Matt me invitó a la fiesta de cumpleaños de su sobrina. Cumple tres años.
—Entiendo...
—¿Sigue sin caerte bien?
—No te puedo mentir, claro que sigue sin caerme bien. Pasas mucho tiempo con él... quiero decir... se puede prestar a malos entendidos. Puede que él piense otra cosa de ti.
—¿A qué te refieres?
—Puede que piense que tú quieres algo más que amistad...
—Nah, Tann, en serio, no tienes nada de qué preocuparte. Matt y yo somos amigos.
—Vale, linda.
—Hablando del tema...
—¿Qué pasa?
—¿Tú hablaste con Matt?
—Sí, la vez que fue a tu apartamento cuando estábamos desayunando tú y yo juntos, ¿recuerdas?
—Sí, sí, pero a lo que me refiero es que... ¿hablaron de algo que les disgustara el uno del otro?
—Hmm... nop.
—¿Seguro?
—Seguro, nena. No tengo nada qué decirle...
—Ok...
—Nos vemos pronto, linda.
—Claro, nos vemos... —Colgué.

Una vez que terminé, tomé el regalo que previamente había envuelto para Amelia y fui hacia el apartamento de Matt, dónde toqué el timbre una vez y esperé pacientemente.

—Hola... —saludó Matt con una tímida sonrisa.

Mi sonrisa fue creciendo gradualmente hasta que mis labios se abrieron de par en par, al ver cómo Matt iba vestido.

—¿Qué...

—Calla, ya lo sé... —Rió y yo cubrí mis labios con ambas manos—. Jamás en mi vida me había puesto un disfraz, pero Amelia quería que yo fuera el príncipe así que... —Se encogió de hombros—. Siempre hay una primera vez, supongo...

En realidad aquél disfraz le sentaba extremadamente bien. Creí que era la única que pensaba que Matt tenía porte de príncipe del siglo XXI. Y el hecho de haberse vestido así sólo por complacer a una pequeña, se me hacía de las cosas más lindas de las que podía haber sido testigo en los últimos años.

—Se te mira bien... —dije con una risita. ¿Habría algo que no le luciera bien?

—Gracias, creí que la única que lo pensaría sería Amelia. —Rió divertido—. Pasa... —Me permitió la entrada.

—Luces guapísimo —añadió Amy.

—El problema será cuando lleguen los chicos... —Rodó los ojos.

~

—¡Joder, literalmente el sapo se convirtió en príncipe! —Bromeó Brian.

—¡Calla, idiota! —dijo Matt entre risas, mientras cargaba a Amelia en brazos, con un vestido rosa puesto y una pequeña corona de flores en la cabeza.

—¡Eh, Matt!... —Johnny llamó su atención—. ¿Me vas a dar un besito para que despierte de la mortal borrachera que me voy a poner?

—Bésame el...

—¡Es una fiesta infantil! —se quejó Amy, antes de que Matt terminara—. Y no compramos alcohol... —anunció.

—¿Cómo que no compraron alcohol? —chilló Johnny.

—¡Fiesta infantil! —insistió Amy.

—No les hagas caso, Matt —dijo Milly—. Es muy adorable lo que hiciste por Amelia, aparte te queda excelente.

Set Me FreeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora