Zorra

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—Ahm... hola... —Un par de chicas se acercaron a nosotros.

—Hola... —respondió Tanner.

—¿Ustedes fueron nuestros pilotos en el vuelo 95 a Nueva York, no?

Permanecía con la mirada gacha, sólo escuchando lo que decían.

—Ahm... sí... —Tanner respondió de nuevo.

—Escuchamos lo del problema del celular robado... y tenemos un video que prueba que esa chica no lo tomó...

Enseguida levanté mi cabeza y me aproximé.

—¿Qué? ¿Dónde? ¿¡Quién lo hizo!? —pregunté desesperado, tomando de los hombros a una de las chicas.

—No sabemos cómo se llama, pero supongo que ustedes sí. Íbamos grabando historias para instagram y se grabó sin querer el momento en el que el celular fue robado... —explicó la chica de cabello castaño, para después mostrar su celular co un video en reproducción.

Un video donde las chicas bromeaban y posaban con filtros divertidos, pero donde justo detrás de ellas, Leah era evidenciada, tomando el celular del anciano. Debí imaginarlo.

—¡Leah, es una maldita perra! —dijo Tanner iracundo.

—¡Te lo dije! ¿¡Dónde está esa mujer!? —pregunté.

—Se fue, junto con Roxana —respondió Tann.

—Ha llegado demasiado lejos, esto es algo muy bajo, ¿¡y hacérselo a Blake!?... Oye, necesito que me envíes ese video... —le supliqué a la chica.

—Claro... —Sonrió.

—¡Gracias!

—Pero no te he dicho lo que quiero a cambio... —Apartó su celular.

—¿Eh? —Arrugué el rostro.

—Así es, todo tiene un costo, ¿no? —dijo jugando con su cabello.

—¿Y qué quieres? —pregunté confuso.

—A mi amiga y a mí te nos hiciste muy atractivo. Sal con nosotras y te enviaré el video —propuso.

—¿¡Qué!? ¡Yo tengo novia y precisamente es la chica a la que culparon!

—Ah, no hay problema, no somos celosas... —Se encogió de hombros la chica y su amiga le dio la razón, asintiendo con la cabeza.

—¿¡Pero qué me están diciendo!?

—Oye, ¿quieres evitar que despidan a tu novia o no? —añadió la otra.

—¡Claro que sí! —respondí.

—Entonces sal con nosotras... Ven a comer con las dos y te enviaré el video... —reiteró la chica morena.

—¿¡Qué edad tienen!? —cuestioné.

—Diecinueve y dieciocho... —respondió la rubia de cabello largo.

—¡Yo tengo veintinueve! —exclamé.

—Luces más joven, pero no tenemos problema con eso tampoco...

—Ahm... yo puedo ir con ustedes si quieren... —dijo Tanner, con incomodidad, intentando salvarme el culo.

—Tú tampoco estás nada mal... ¡Sí, claro que puedes venir! —dijo una de ellas, mirando a Tanner de arriba a abajo.

—Entonces ve, yo me quedaré con Blake... —mencioné.

—Ah, no... Usted es obligatorio, capitán... —dijo coqueta la chica de cabello castaño.

Set Me FreeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora