Creta

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Bajé al restaurante del hotel, busqué a Tanner entre las mesas del lugar, hasta que lo hallé. Él sonrió nervioso, se levantó y acomodó mi silla.

—Hola, Blake —saludó.

—Hola, Tann.. —dije seria, sentándome en la silla que él había colocado para mí.

—Te agradezco que me hayas dado la oportunidad... ¿Quieres ordenar ya?

—Seguro.

Después de revisar la carta en silencio y ordenar, Tann una vez más, rompió el hielo.

—Ahm... Espero no haber interrumpido nada.

—Matt tenía que salir un momento... —expliqué.

—Ya... entonces no sabe que tú y yo...

—Claro que lo sabe —interrumpí el resto de la frase.

—Oh... Supongo que no estuvo de acuerdo... —dijo con seriedad.

—Te equivocas, lo estuvo, porque le dije que quería arreglar esta situación. No le hizo mucha gracia, pero estuvo de acuerdo...

—Comprendo... Blake, Matt no es tu tipo... ni siquiera es de tu edad.

—¿Quién eres tú para decirme quién sí y quién no es mi tipo? —pregunté después de una risita irónica.

—Vale, vale, no quiero hablar de él, quiero que hablemos de nosotros. ¿Cómo es que te olvidaste tan fácil de mí?

—Joder, Tanner... —Miré a otro lado, avergonzada.

—Oye, creo que estoy en mi derecho de preguntármelo...

—Vale, es verdad... No me olvidé de ti, estoy muy apenada contigo, Tanner, sé que te hice perder tu tiempo y no tienes idea de cómo lo lamento.

—Entiendo que no estabas lista aún para una relación. Pero no era necesario cambiarme por él... —murmuró—. Yo pude haberte esperado lo que desearas.

—No pienso hacerte perder más tu tiempo, Tann —dije sin más.

—¿O sea que me usaste para darle celos a ese idiota?

—No, claro que no... Tanner, tú eres un gran chico, en verdad me gustabas. Por eso creí que lo podría intentar contigo.

—Tan rápido te dejé de gustar... —Maldición, en verdad me sentía terrible por él. Pero no podía seguir con esto más tiempo. Sabía exactamente al lado de quién pertenecía y ese no era él.

—Tann, no hagas esto...

—Pero si yo te dije lo mismo e igual lo hiciste, me mandaste al carajo por ese amargado de mierda. —Golpeó la mesa con su puño cerrado.

—No lo llames así, ya te había dicho que no tienes una idea de lo mucho que él ha sufrido.

—Sí, sí, pues todos hemos sufrido y no estamos de odiosos con todo el mundo... —Rodó los ojos.

—Te puedo asegurar, Tanner, que ni tú, ni yo y nadie que trabaje con nosotros, ha pasado por lo que Matt ha pasado. En serio... no tienes una idea, así que acerca de eso te pido que pares ya de hablar o me levantaré de esta silla y regresaré a mi habitación. Creí que no querías hablar de él.

—Bien, dejaré eso, sólo porque no quiero que te vayas... Pero entonces, ¿qué fue lo que ocurrió? —Permanecí en silencio por varios segundos—. Blake, sé que la cagué, pero creo que no era demasiado como para que tan rápido me desecharas.

—Tann, no te deseché, a mí me encantaría seguir siendo tu amiga...

—Pero yo no quiero ser sólo tu amigo y lo sabes... —Suspiré—. ¿Por eso no quisiste que siguiéramos esa vez, verdad?

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