—Hola, pa. —Había cumplido su promesa, venía solo.
—Hola, nena... —Dio un beso en mi frente y entró. Coco corrió enseguida a recibirlo.
—Coco, compórtate... ¿Quieres tomar algo?
—No, cariño, estoy bien.
—Bien, entonces, vamos a la sala...
Una vez acomodados en la sala, resoplé por lo bajo y me preparé para el sermón.
—Hija, tu madre me contó lo que pasó... —empezó la conversación con seriedad.
—Mira, papá, sé que me pase... pero estoy harta de que tú y mamá...
—Y estoy de acuerdo contigo. —¿Había escuchado bien?
—¿Eh?
—Tú eres una mujer educada y lo que hiciste sólo me dejó muy en claro que estás harta de tu relación con Chas. Y nosotros sabemos muy poco de lo que pasó en dicha relación. A lo que me lleva a saber, que debes tener tus razones para terminarlo. No quiero obligarte a que estés con él ni con nadie más, me has dejado claro que Chas ya no te hace feliz, y yo quiero tu felicidad, hija. —Después de procesar todo lo que mi papá había dicho, sonreí ampliamente y lo abracé con fuerza.
—Gracias, pa. Creía que ya estaba alejada por completo de mi familia, gracias a esa situación —dije entre lágrimas.
—Y tienes razón. Nosotros te alejamos por una persona que no es de nuestra familia. Debo admitir que yo pensé igual que tu madre... Cuando tú eras pequeña, pensaba que ningún chico sería lo suficientemente bueno para mi bebita. Y cuando conocí a Chas, me convencí de que debía dejarte ir, y que él era una buena opción para hacerlo. —Limpió mis lágrimas—. Me aferré a eso y no pensé en tu felicidad... Blake, no soy un padre perfecto, aunque me gustaría serlo. Me equivoqué y te pido una disculpa.
—Claro que te perdono, papá. —Lo abracé de nuevo—. No sabes la tranquilidad que me dejan tus palabras... Aunque supongo que mi mamá no piensa lo mismo.
—No, intenté hablar con ella. Pero sabes lo terca que es. —Volteó los ojos—. Ya se le pasará, pero mientras tanto, toma la decisión que tú creas correcta. Y pensando con la cabeza fría, debería ir a romperle la cara a ese zoquete, por engañar y lastimar a mi nenita. —Reí divertida.
—No es necesario... con que tú me apoyes, me es suficiente.
—Me alegra ser de gran ayuda, entonces. —Rió conmigo—. Pero sólo una cosa... —Se tornó serio.
—¿Qué pasa?
—No quiero que te acuestes con nadie que no sea tu pareja. —Solté otra carcajada.
—¡Papá, eso fue incómodo!
—Fue más incómodo para mí, saberlo. —Se encogió de hombros.
—No era verdad... La camiseta era de mi amigo Matt, estaba aquí ese día y le pedí que me hiciera ese favor.
—Ya, ¿y estaba aquí tan temprano? -Frunció el entrecejo.
—Padre, no me mires así, no ocurrió nada. —No en ese momento.
—Vale, te creo. Es sólo que ahora no quiero que te consigas a otro idiota.
—¡La vieja historia! —dije con una risita.
—Oye, quisiera pedirle una disculpa a ese amigo tuyo. Fui muy grosero con él —dijo apenado.
—Dudo que haya llegado ya. Creo que se fue con Mohammed, pero si quieres yo le diré por ti.
—Me harías un gran favor, nena. —Besó mi mejilla, se levantó y caminó hacia la salida—. Debo irme ya, no quiero que duermas tarde por mi culpa.
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Set Me Free
FanfictionLa calma no llegó después de la tormenta más violenta. Cuando la peor pesadilla de Matt se hizo realidad, supo que su más merecida condena sería vivir para siempre dentro de ella. Ahogándose en remordimientos, y refugiándose en recuerdos. Deseando...