Blake:
—Estarás bien... sólo intenta no moverla por hoy, ¿vale? —me dijo el doctor, al terminar de vendar mi mano.
—Vale... —respondí.
—Bien, sería todo...
—Gracias por venir, doctor —agradeció Matt.
—No es nada, Matt. Nos vemos, Blake... —se despidió.
—Hasta luego, doctor —respondí.
—¿Quiere que lo acompañe a la salida? —le preguntó Matt.
—No, no, está bien... —respondió amablemente, para después dirigirse a la salida del apartamento de Matt.
—Vaya golpe que le metiste a esa zorra —dijo Matt entre risas.
—Lo sé... ni siquiera supe cómo... —Reí con él.
—Pero mira como te dejó el cabello... —dijo pasando sus dedos por mi desordenada melena.
—Sentí un poco de pena por Rox. Sé que llevaban mucho siendo amigas...
—Sí... Pero no te preocupes... Ahora estará mejor sin ella —aseguró Matt con una encantadora sonrisa.
—Eso creo...
A mi celular llegaron varios mensajes, que llamaron mi atención.
Número desconocido: ¿Ya estás contenta de restregarme a tu noviecito en la cara?
Número desconocido: Eres una cualquiera.
Número desconocido: Tú y ese par de pendejos me la van a pagar.
Número desconocido: ¿Eres feliz haciéndome sufrir, cariño?
Número desconocido: ¿Acaso aún me recuerdas? No me sorprendería que no, eres una puta.
—¿Qué pasa? —preguntó Matt.
—Ahm... creo que alguien se equivocó de número... —dije sabiendo exactamente de quién se trataba.
—¿Qué te han dicho? —Matt se encontraba notoriamente inseguro de mi respuesta.
—Nada importante, guapo... —Eliminé los mensajes y bloqueé el número.
—Hola, Blake... —Amelia llegó a la sala, con su muñeca de siempre en su brazo y frotando sus ojitos.
—¡Oh, hola, corazón! —la saludé.
—¿Y mi mami? —preguntó con un puchero.
—Se fue a trabajar, princesa... —respondió Matt.
—Tengo hambre, tío Matt —dijo sin quitar el puchero de su adorable carita.
—Prepararé algo de desayunar... —Me levanté.
—No, no, yo lo hago... —Matt me siguió a la cocina.
—Ya has hecho demasiado por mí estos últimos días... No me cuesta nada hacer algo de desayunar para ustedes.
—Tienes una mano lastimada, amor... —dijo Matt, abrazándome por detrás, mientras yo observaba lo que había en la nevera.
—¿Y qué? Tengo otra en perfecto estado. —Me encogí de hombros.
—Cielo...
—Les prepararé un omelette... —dije decidida.
—Necia. —Matt dio una palmada en mi trasero, haciéndome reír.
—Oye, cariño, te recuerdo que tu sobrina ya está despierta...
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Set Me Free
FanfictionLa calma no llegó después de la tormenta más violenta. Cuando la peor pesadilla de Matt se hizo realidad, supo que su más merecida condena sería vivir para siempre dentro de ella. Ahogándose en remordimientos, y refugiándose en recuerdos. Deseando...