Set Me Free

¿Abuso?

Blake:

—Hermione es muy linda, ¿se ve que convive mucho con otros perros, no es así? —dije mientras la perrita de Tanner, intentaba a toda costa, lamer mi rostro.

—Oh, sí. Cerca de mi casa también hay un parque en el que convive con todos los perros del vecindario. —Soltó una risita.

—Genial... Coco aún es muy pequeño y le aterra ver demasiados perros, pero también me encantaría que conviviera con todos.

—Ah, pues cuando quieras los llevo al parque del que te hablo —propuso.

—¡Sí, sería estupendo! —Sonreí—. Ahm... Tanner, no te había pedido disculpas...

—¿Por qué? —Frunció el entrecejo.

—Por lo de la otra vez con el idiota de mi ex... Por poco te metiste en problemas por mi culpa... —Miré al suelo avergonzada.

—¿Bromeas?, si eso hubiera ocurrido, no habría sido tu culpa, Blake. Yo quise intervenir, y lo hice...

—Sí, pero, aún así me apena mucho lo que pasó. Chas se comportó horrible contigo y tú no tenías nada qué ver —dije pasando una mano por mi cabello.

—Ya lo sé, pero no tienes por qué estar apenada, no fue tu culpa... Aunque debo admitir que no me ha cabido en la cabeza cómo anduviste con ese tipo. —Rió.

—Pff ya lo sé... pero él no siempre fue así. Era muy diferente antes...

—¿Anduviste mucho tiempo con él?... ahm... no es necesario que respondas, lo siento.

—No, no, descuida... ehm, sí, desde que tenía dieciocho.

—Entiendo... —Sus ojos se abrieron ligeramente más de lo normal—. Si es bastante tiempo... y no sé qué te hizo pero, estoy seguro de que no fue cualquier cosa.

—Me hizo muchas cosas, que ya no estaba dispuesta a soportar... —Suspiré.

—Pues qué estúpido. Tener a alguien como tú y arruinarlo, vaya que debe ser una tragedia —dijo sin apartar sus verdes ojos de los míos.

—Sí, supongo que sí... —Sonreí tímida y me encogí de hombros. La mirada de Tanner había bajado escasos centímetros. Para ser más exactos, hacia mis labios. Esto me había incomodado a tal grado, que no supe cómo reaccionar cuando sus labios se posaron sobre los míos—. Tanner... —Me aparté, seria.

—Lo siento, creo que soy muy obvio, Blake, pero me gustas mucho. —Era la primera vez que observaba a Tann sonrojarse.

—Sí, pero acepté salir contigo en plan de amigos y...

—Sí, sí, sí, lo sé, tienes razón. Lo lamento.

—Debo volver a casa... —Me levanté de la banca.

—Sí, claro... ehm... —Se puso de pie—. ¿Quieres que te acompañe?

—Déjalo, Tann, estamos cerca. Nos vemos mañana... —Di un beso en su mejilla y me alejé al lado de Coco, quién se negaba a dejar de jugar con Hermione.

Amy:

—¿A dónde vamos, mami? —preguntó Amelia, mientras le colocaba un vestido blanco y floreado.

—Al doctor, cariño... —respondí.

—No quero ir. —Hizo un puchero y negó con la cabeza.

—¿Por qué no, mi amor?

—Porque cuando vamos a dotor, papi se enoja —¿Cuánto tiempo más mi pequeña iba a tener que cargar con los recuerdos de la basura que era su padre?