Retorno

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—Matt... —Courtney paró en seco y me tomó de las manos—. Prométeme que vendrás a verme.

—Estoy contigo ahora... —Sonreí.

—Sólo promételo. Es lo único que no te he podido perdonar.

—Está bien, lo prometo —dije un tanto confundido—. Pero...

En ese instante, sentí como si cayera por un enorme vacío. Cerré los ojos y al abrirlos de nuevo, me encontré a mí mismo sobre una cama de hospital. Sintiendo en mi mano derecha la mano de Amu, quién se había quedado dormida con la cabeza apoyada sobre la camilla.

Liberé mi mano de la suya y pasé la misma por encima de su cabeza, acariciando su cabello, lo que la hizo espabilar de golpe.

—¡Matt! —Exclamó sorprendida—. ¡Volviste! —Estalló en lágrimas y me abrazó.

—Hola, hermanita... —dije confundido, correspondiendo a su abrazo.

—¡Doctor, doctor, Matt despertó! —gritó eufórica, en la entrada de la habitación.

Rápidamente un doctor y una enfermera entraron a la habitación.

—Mire aquí, señor Sanders... —El doctor encendió una pequeña linterna—. Sígala... —Movió la linterna de izquierda a derecha.

—Su presión arterial es sólo un poco baja. Subió demasiado a comparación de las semanas anteriores —dijo la enfermera.

—¿Semanas? —Arrugué el entrecejo.

—Sus signos vitales parecen estar bien. Nos alegra verlo de regreso señor Sanders. —Me sonrió el doctor.

—¿Qué pasó? —pregunté confundido.

—Las lesiones que tenía en la cabeza le inducieron a un coma.

—¿Un coma? ¿Por cuánto tiempo?

—Casi cuatro meses, hermano... —dijo Amy sin poder parar su llanto.

—¿Qué? ¿Dónde está Blake?

—¿¡Escuché bien lo que gritaste!? —preguntó Zacky entrando a la habitación con Milly.

—¡Volvió, Zacky, ha vuelto! —gritó Amy saltando de la felicidad.

—¡Hermano! — Zacky y Milly me abrazaron al mismo tiempo.

—Nos dijeron que tenías pocas esperanzas, pero siempre supe que regresarías... —dijo Milly dando un beso en mejilla.

—Los quiero tanto a los dos... Gracias a por esperarme...

—Siempre vamos a esperar por ti, hermano. Sin importar el tiempo que necesites —aseguró Zacky.

—Pero, esperen... ¿Dónde está Blake?

—¡Aaahhhhh! —Maddi entró gritando como loca a la habitación—. ¡Estaba en el baño y escuché la noticia! ¡No puedo creerlo! —Me abrazó y besó mi frente—. Cariño, no tienes idea de lo mucho que te hemos extrañado...

—Maddi... —Acaricié su mejilla—. Luces encantadora.

—Calla... que lloro más... —dijo para después darme beso tras beso en mi mejilla.

—Oigan, esto es muy conmovedor y a la vez confuso, porque ni siquiera tengo consciencia de la noción del tiempo que pasó. ¿Pero podrían decirme dónde está Blake?

—Es verdad, la llamaré ahora. Ella ha estado quedándose noches completas contigo... —dijo Milly.

—Le hemos dicho que necesita descanso por el bebé, pero es muy necia —añadió Maddi.

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