Set Me Free

I hate you, I love you

Al regresar a mi casa, solté mi bolso en el suelo y coloqué mi mano sobre mi frente. Mi cabeza dolía, aunque nada dolía más ahora que el vacío en mi pecho.

Estaba cansada de llorar. Decidida a encontrar un método de distracción, busqué en mi guardarropa los mejores conjuntos de lencería que encontré. A excepción de ese. Sí, ese que había usado la última noche al lado de Matt.

Me maquillé un poco más, acomodé un tripié con mi celular y comencé a sacarme fotos con diferentes poses y por supuesto, conjuntos. Era una buena excusa para lucir mi cambio de look. O tal vez esa era la excusa que mi mente se inventaba, cuando únicamente hacía esto porque sabía que Matt moriría de ansiedad por estar conmigo.

Escogí las mejores fotos y las subí casi de inmediato a mi cuenta de Instagram, sin descripción alguna. Quise aprovechar para eliminar la foto con Matt, pero eso me era imposible. Maldición, es que ni siquiera ne había sido posible quitarme este brazalete. Frustrada, me coloqué una enorme camiseta y me metí a la cama.

Matt:

—Eres un idiota, ¿lo sabías? —dijo Amy enfadada, mientras curaba mis heridas.

—Sí... lo mismo dijo ella... —dije con la mirada gacha.

—Pues tiene razón... ¿¡Cómo se te ocurre!? ¿Es que acaso tienen trece años para andarse peleando?

—Él fue el de la idea... —dije en mi defensa.

—¡Y tú accediste!

—¡No iba a decir que no y quedar como un marica! —dije indignado.

—¿¡Y a ti qué te importa lo que ese estúpido opine!?

—Vale, vale, también yo tenía ganas de golpearlo, ¿sí? Y ya me desahogué. No me arrepiento, Amy. Aunque me dolió mucho que Blake me rechazara una vez más.

—¿Y qué esperabas?... ¿Que te felicitara por agarrarte a golpes con su ex novio? —preguntó irónica.

—¡No era su novio!

—Lo que sea, Matt... Ella está dolida y ver que te involucraste en algo como esto, para ella es terrible. Está decepcionada de ti.

—¡Joder, Amy, ya lo sé, gracias por hacerme sentir más mierda de lo que ya me siento! —chillé.

—Esa no es mi intención y lo sabes...

—Ya... Déjalo, estaré bien... —dije apartando mi rostro, cuando ella estaba terminando de limpiar la herida en mi pómulo.

—Sándwich de pechuga de pavo, como te gusta —dijo dejando el plato enfrente de mí.

—Paso, Amy, no tengo hambre...

—No te estoy preguntando... Come —ordenó.

—Agh... odio cuando te pones de mamá mandona. —Tomé el sándwich y di un pequeño mordisco.

—Soy tu hermana mayor, lo que me da ese derecho. —Rodé los ojos—. Iré a arropar a Amelia y cuando regrese quiero ese plato vacío...

—Como tú digas, hermanita —dije irónico.

—Hablo en serio.

—Sí, sí, mujer, sí...

Mientras seguía comiendo, saqué mi celular de mi bolsillo y revisé por milésima vez en todo el día que Blake no hubiera borrado nuestra foto. Sabía que eso podía pasar en cualquier momento y no podía hacer absolutamente nada para evitarlo.

Suspiré aliviado al ver la foto aún pública, pero su nueva publicación me hizo sentir que mi corazón se detenía. Un grupo de varias fotos tomadas en su cama con varias prendas de lencería.