Daisy

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—Ahm... ¿Tanner? —respondió Tann con confusión.

—¿¡Y tú qué carajos haces aqui!? —cuestioné.

—Blake, cariño, no sabes cuánto te he extrañado... —Cogió mi mano izquierda, misma que aparté de inmediato.

—¿Es tu novio, Blake? —preguntó Tanner.

—No...

—Sí... —Mi respuesta y la de Chas se habían escuchado al unísono.

—¡No, claro que no, Chas! ¡Ya no soy tu novia! —chillé.

—Ya, pero a este que le dé igual eso, ¿no? —dijo Chas, con un tono de tremenda superioridad en su voz.

—Vete de aquí... —ordené.

_Cariño, déjame hablarte un momento —suplicó.

—Oye, amigo, temo decirte que es más que evidente que Blake no quiere hablar contigo —dijo Tanner, encarándolo

—Y yo temo decirte que no te metas en lo que no te importa... —dijo Chas en un tono burlón.

—Tal vez quieras salir a base de una golpiza... —Tanner le dio un empujón.

—No, no, no, no... Tanner, tranquilo... —Me coloqué en medio de ambos—. No quiero que te metas en problemas por culpa mía...

—Blake, no voy a permitir que este tipo te moleste —aseguró Tann.

—¿¡Tipo!?... si no sabes con quién hablas mejor cuida tus palabras, pilotito de quinta —chilló Chas.

—Imbécil... —Tanner intentó aproximarse a él nuevamente, cosa que no permití.

—Tann, deja que yo lo resuelva, ¿sí? —supliqué.

—Está bien... si me necesitas dime... —dijo Tanner en un tono más pasivo, para después alejarse.

—¿Qué va a necesitar de ti? —preguntó Chas con una risita burlesca.

—¡Chas, cierra la boca y vete! —ordené señalando con mi dedo índice hacia la salida.

—Hermosa, no me corras, te he extrañado mucho y quise venir a verte. —Acarició mi mejilla.

—¿Te das cuenta de lo que puedes causar? —Aparté su mano—. ¡Pueden correr a Tanner por tu culpa!

—Blake, no me culpes por ponerme así, tú fuiste la que me dijo que se había acosatdo con otro.

—Pues Tanner no es... Pero ven otro día y te lo presento —dije irónica, para después dar media vuelta.

—Hey, hey... —Me cogió de la muñeca—. ¿Eso quiere decir que trabaja aquí?

—¡Que carajo te importa! —grité.

—Oye, nena, sé que estás muy enfadada conmigo y lo entiendo... Pero he decidido que quiero cambiar... —Rodé los ojos. ¿Cuántas veces había escuchado eso a lo largo de nuestra relación? Había perdido la cuenta.

—Siempre dices eso...

—Pero esta vez es verdad, cariño, he conseguido a un terapeuta. Empezaré mañana y te prometo que pondré todo de mi parte para ser un buen novio...

—Pues qué bien... —Chas sonrió—. Tu próxima pareja te lo agradecerá. —Su sonrisa se esfumó.

—Blake, yo no quiero otra pareja, te quiero a ti... —Me tomó de ambas manos. El que Chas me tocara, ya no podía causarme otra cosa, más que repulsión.

—¿Qué tengo que hacer para que lo entiendas, Chas? —musité—. Me acosté con otro chico en cuanto terminé contigo... ¿es que no ves que ya no me interesas?

Set Me FreeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora