Set Me Free

Golpe bajo

—Oh... ¿Y cuánto tiempo tiene que están juntos? —Hizo un par de anotaciones.

—No es su novio. —Rodé los ojos.

—Pero sale con él. ¿Por qué empezó a salir con otro chico si a ella le gustas tú?

—Tal vez no le gustaba tanto... —dije alzando momentáneamente los brazos a los costados.

—No, no, estoy casi segura de que le gustas y mucho, Matt... ¿Cuántas veces mantuvieron relaciones sexuales?

—D-dos... —Pasé los dedos por mi cabello.

—¿Dos? —dudó.

—Bueno, tres... pero la última no cuenta.

—¿Por qué no cuenta?

—Porque... ¡joder, Vera, son cosas privadas! —chillé.

—Estás en el consultorio de una terapeuta, no en la iglesia con un cura...

—Porque sólo me hizo sexo oral... —Rodé los ojos.

—Ya te he dicho que así se trate solamente de tocamientos, cuenta como sexo, Matt. Así que por supuesto que cuenta —sermoneó.

—Sí, sí, bueno... está bien, tres veces.

—¿Y por qué no fue a más? ¿Ella no quiso seguir, o tú no quisiste?

—Ambos queríamos ir a más, pero no era un buen lugar... —dije intentando sacar las imágenes de mi mente, sólo para evitar una erección en plena sesión—. Cuando salimos de ese lugar, quisimos continuar en su apartamento, pero una amiga suya fue a verla e interrumpió todo.

—Entiendo... ¿Quién inició?

—¿El qué? —Sabía exactamente a qué se refería, pero como siempre mi estrategia era hacerme el sordo.

—¿Quién de los dos fue el que inició con el cortejo?

—Ehm... no somos animales para que uses esa palabra... —dije incómodo.

—Tomaré eso como un: Yo lo inicié, Vera... —dijo con la mirada puesta en su libreta—. ¿Qué pasó después de eso?

—¿Qué va a pasar? Fui a mi apartamento a hacerme una paja, porque de no haber sido por ese pendejo portero, yo habría terminado —expliqué molesto.

—Es gracioso cómo me das demasiados detalles cuando no los pido, pero cuando sí lo hago, apenas si quieres hablar... —Soltó una risita—. Lo tuyo es la rebeldía, Matt...

—Lo siento... —Reí.

—No me refería a eso... Después de eso, ¿qué fue lo que pasó con Blake?, ¿se dijeron algo después de lo que pasó? —preguntó.

—Sí... pero no relacionado con el tema... Sólo le conté que al día siguiente sería lo del juicio de Amy y su ex esposo.

—Aja... ¿y después? —Me mordí el labio inferior y con los ojos yendo de un lado a otro, buscaba las palabras para explicar esto.

—No quería irme y no porque tuviera la necesidad de follármela... Había dado por hecho que pasaría un buen momento a su lado. Y eso de alguna forma... me hizo sentir bien. Pero cuando las cosas se vieron interrumpidas, supe que nada de eso sería como yo lo imaginé... y que después de aquello, iba a tener que luchar contra mí mismo para que no se volviera a repetir más. Supe que me sentiría culpable, al igual que las veces que ha sucedido... No me gusta nada que ella piense que es un objeto para mí, Vera, porque no lo es...

—Me gusta cuando te abres así... —mencionó—. ¿Hiciste algo para quedarte un momento más con ella?

—No... —Miré al suelo—. Sólo... le di un beso y me retiré.