Capítulo 14

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En el capítulo anterior de El Resurgir de los von Carstein, en un pueblo costero de Hi no Kuni, la muerte y la desolación se llevó a la mayoría de las personas de este. Los esfuerzos tras la Tercera Guerra Mundial Shinobi por levantarlo de las cenizas no sirvieron de nada, porque una enfermedad empezó a diezmar a los ciudadanos.

Con el paso del tiempo, en medio de la noche, los Skavens lanzaron un asalto acabando con los restos de la población, con los hombres rata siendo liderados por Sequeek el Conquistador, comandante del 4t Ejército del clan Mors y descendiente del mismísimo Queek Coleccionista de Cabezas.

P. O. V. Normal

Konoha, complejo Uzumaki

Nos encontramos en el complejo del clan Uzumaki, dónde en el edificio principal de este estaba nuestro protagonista observando tranquilamente dos pergaminos de sellado fijamente, con su querida Isabella durmiendo a su lado, pegada como un koala hembra a su torso, relajada y en paz.

Naruto: (No os preocupéis, os conseguiré la venganza que tanto ansiáis). Pensó nuestro protagonista con seriedad, ya que dentro de uno de los pergaminos estaban sellados las almas de la mayoría de los Uzumakis muertos, mientras que en el otro se situaban los cadáveres de estos. Cuando estuvo en Uzushiogakure no Sato se topó con las almas de los hijos del Remolino pululando por las ruinas de su antigua aldea, llenas de sed de sangre y venganza, esperando el momento de poder descargar su furia contra los malditos que condenaron a su gente a la muerte y la dispersión.

Les prometió la venganza, ya que como tenía sangre Uzumaki y seguía siendo Uzumaki Naruto aun teniendo los recuerdos de Vlad von Carstein, les juró por su sangre y ascendencia que acabaría con todos los bastardos que osaron siquiera levantar sus espadas contra el pueblo protegido de Susanoo. Por eso, les preguntó si llegase el momento podía llegar a levantar sus cadáveres, uniendo su alma con sus putrefactos cuerpos, convirtiéndolos a todos ellos en Guardias de los Túmulos para servirle en la muerte, trayendo la muerte y la desesperación a sus enemigos.

Al recibir tal oferta, todos los Uzumakis aceptaron satisfechos. Al parecer faltaba realmente poco tiempo para obtener su ansiada venganza. Pero para desgracia de Naruto, en Uzu no encontró el alma de su madre, y eso le sorprendió. Sabía gracias a varios Uzumakis muertos hace unos años, que al morir un miembro del clan del Remolino su alma iba directamente a su hogar, no a los salones de Shinigami, sufriendo el tormento eterno que llevaban sufriendo varios de sus miembros. Así que al ver que el alma de su querida progenitora no estaba junto a los de su pueblo, pensó en la posibilidad que Hiruzen la encontrase al borde de la muerte, y aprovechando el momento la escondiese para intentar doblegarla a su poder, aunque tampoco descartaba a Danzo o los otros consejeros.

Tan solo de pensar en esa atrocidad su sangre hervía a mil grados, circulaba más rápidamente por su cuerpo de chupasangre, no sintiendo nada, no obstante, con ganas tremendas de acabar con ellos de una buena vez. Los malditos consejeros ancianos y el viejo mono no pararon de molestarlo enviándole anbus por la noche durante los meses que estaba durando la Academia Shinobi. Dichos shinobis encontraron el mismo destino que sus primeros camaradas, la muerte contra la Guardia de Drakenhof o de sus antiguos compañeros de armas convertidos en zombis, para seguidamente levantarse de nuevo en forma de no-muerto para servir a la persona que intentaron espiar o raptar.

Tenía que admitir que los meses habían pasado volando, en la Academia Shinobi no aprendía absolutamente nada que Kurama no le enseñó previamente, hasta se notaba que intentaban descubrir todo su poder y debilitarlo, al igual que intentaron con Tayuya, fallando de todos sus intentos. Se admitía que Sasuke era una mosca cojonera, y que siempre ideaba cada plan peor que el anterior para superarle y dejarlo en mal lugar, ya que no podía soportar que alguien le superase, además de probar de cualquier modo de conseguir a la pareja de nuestro protagonista, de nuevo cayendo en saco roto sus intentos, pero lo que siempre recordaba con un gran odio en su interior fue el día que el Uchiha pretendió meter en un Genjutsu a Isabella para que creyese que estaba enamorada de siempre del príncipe de Konoha y se dejase violar delante de todo el mundo, para de estar forma demostrar a quien pertenecía.

El Resurgir de los von CarsteinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora