Capítulo 68

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En el capítulo anterior de El Resurgir de los von Carstein, las fuerzas de Saul von Carstein se adentraban en Yu no Kuni mientras que, en Konoha, Danzo planeaba un golpe de Estado contra Hiruzen.

P. O. V. Normal

Hi no Kuni, Capital de Hi no Kuni

Desde que se había ido de Konohagakure no Sato hacía la capital de Hi no Kuni para ser reconocida oficialmente como Daimyo del país por los principales nobles, los que conformaban el Consejo de Nobles de Hi no Kuni, Suki no había parado de tener problemas contra esos mismos nobles, que le ponían pegas y excusas para no darle su voto de confianza, aunque realmente lo que estaba pasando es que la temían o la infravaloraban al pensar que podían controlarla sin muchas complicaciones.

Las conspiraciones y conflictos de palacio ya llevaban muchos días pululando por la corte, ocasionando que la poca paciencia que tenía para estos actos para alargar su coronación se acabase y ordenase al Capitán General de los samuráis, , que reuniese a todos los miembros del Consejo y el resto de nobles para que le jurasen fidelidad. Tenía máximo un mes para reunirlos a todos ante su persona y, si no aceptaban la oferta generosa de ir a mantener su juramento de vasallaje ante la actual gobernante de Hi no Kuni, sería considerado y traidor, su familia sería asesinada por completo y sus tierras arrebatadas para cedérselas a alguien de confianza.

Con esa amenaza implícita habiendo sido enviada a cada noble de Hi no Kuni fueron acudiendo uno tras otro, montando sus desfiles repletos de opulencia, prestigio y poder nada más llegar del cortejo que llevaban a su espalda.

Entre los que destacaban estaba Fuji Mokuko, la Consejera de Exteriores, que se encargaba de la diplomacia con el resto de naciones vecinas dentro del Continente Elemental, como de los tratos comerciales y militares entre estas, aunque siempre tenía que tener el visto bueno del gobernante de turno.

Ella entró en la capital con un desfile fastuoso, repleto de riqueza y opulencia, como era normal en su familia. Para su llegada trajo consigo unos cien carros repletos de personas de su mayor confianza, listos para distribuirse por la corte y conocer todas las noticias que no sabía hasta los momentos, como para expandir su influencia dentro de la sede del poder.

Su familia se remontaba hasta los inicios de Hi no Kuni, siendo uno de los clanes que apoyaron a la familia real a crear la nación y mantenerla ante las adversidades que sufrieron hasta el momento. Aunque eso no les impidió crecer en ambición y arrogancia con el paso del tiempo, enfrascándose en luchas políticas para conseguir todo el poder político posible, al mismo tiempo que intentaban debilitar la posición del Daimyo para que dependiesen de ellos.

Eso se vio cuando sucedió la rebelión de los Feinberg, como era apodado en estos días al asesinato de toda la familia, cuando los Fuji aportaron casi todas sus fuerzas para acabar con la hasta entonces más poderoso Clan vasallo de Hi no Kuni.

Desde entonces ocuparon el lugar de los Feinberg y no lo han perdido, por mucho que otros clanes y familias lo han intentado, cayendo siempre en desgracia hasta ser irrelevantes o directamente desaparecer y solo quedar en las crónicas y libros de Historia.

Quién fue a recibirla con todo el cariño y complicidad del mundo fue su sobrino, Fuji Takesada, Consejero de Infraestructuras, que había conseguido el cargo del anterior Consejero, Mori Morokatsu, que murió de muerte natural a los sesenta y cuatro años, muriendo con él su Clan, y dejando una vacante que fue rápidamente remplazada por Takesada durante el mandato de Nobusue gracias a los hilos de su tía.

Suki sabía que ellos eran el principal problema que tenía de cara a ostentar el poder, ya que eran el Clan con más miembros dentro del Consejo, con lo que les daba un poder suficiente para influenciar en la administración bastante grande, más de lo que le gustaba a la nueva Daimyo. Por esa razón tenía que pararles los pies antes de que creciese su ambición a tal punto de querer apoderarse de otro puesto del Consejo, porque eso ya sería darles todo el poder de facto.

El Resurgir de los von CarsteinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora