Capítulo 49

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En el capítulo anterior de El Resurgir de los von Carstein, Suki, la hermana del Daimyo de Hi no Kuni, se dirigió a Konoha donde tuvo una reunión con Hiruzen y con el clan Uzumaki.

P. O. V. Normal

Uzu no Kuni, Uzushiogakure no Sato, Nuevo Castillo Drakenhof

Cuando ya habían transcurrido cinco días desde las preliminares de los Exámenes Chunnin de Konoha. Durante todo ese tiempo nuestro protagonista reunió a todos los efectivos de la Guardia de Drakenhof y, a la noche del cuarto día, marchó de la aldea oculta entre las hojas junto a su amada Isabella, su madre y la hermana de Isabella, Karin, hacía Nuevo Castillo Drakenhof para revisar el estado de las construcciones, reunir información de cómo iban sus comandantes y generales en los distintos frentes en donde estaban con sus legiones y supervisar el engrosamiento de soldados para su ejército que se lanzaría directamente contra Hi no Kuni; además se encargarían de entrenar y pulir sus habilidades allí, un lugar tranquilo y alejado de los espías de Hiruzen y el Consejo de la aldea.

Por si acaso nuestro protagonista organizó a la Guardia del Remolino Sangriento, la guardia personal de él e Isabella, que defendiesen el Complejo del clan Uzumaki junto a los centenares de zombis que una vez fueron tanto shinobis leales a Hiruzen como shinobis leales a Danzo.

Cuando vio que fue el momento Naruto ordenó marchar a la escolta para que comenzase a desplazarse dirección Uzu no Kuni a través de transmitir su oscura y regía voluntad por sus huesos antiguos. La poderosa Guardia de Drakenhof flanqueó el transporte que llevaba a los Uzumakis convertidos en vampiros y a la actual lideresa del clan Uzumaki, ya que su hijo le había cedido el puesto al ser la que lideraba el clan antes del ataque del Kyubi y, como no había muerto, ella seguía liderando a su pueblo.

Además, para añadir más terror y muerte a los idiotas que intentasen tan siquiera atacarles o les pasó la idea por sus estúpidas cabezas, una gran manada de criaturas de la noche apareció y protegía los flancos de la caravana de cadáveres, haciendo imposible el intento de ataque.

Durante el trayecto, que tuvieron que parar durante algunas horas para que Kushina pudiera descansar y mover los músculos, algo que los vampiros no tenían la necesidad de hacer, no hubo complicaciones. Iban pasando pueblo tras pueblo, ciudad tras ciudad, sin ningún problema, ocultos al ojo del curioso ya que emanaban un aura de terror que inmovilizaba al idiota que se intentase acercar, ya que principalmente marchaban de noche, cuando sus tropas podían salir sin problemas y levantar sospechas.

Solamente tuvieron un problema y fue cuando llegaron a un pueblo cerca de la costa de Hi no Kuni con Uzu no Kuni. En dicho pueblo había estacionado un pequeño destacamento de soldados rasos, milicianos reclutados por órdenes de Suki, que, cuando divisaron la carroza que los transportaba a su destino sin escolta alguna, decidieron extorsionarlos y sacarles el máximo dinero posible sino querían morir. El destino de esa fuerza militar fue la muerte ante un simple movimiento de muñeca de Isabella que, enfurecida por el tono arrogante y poco cargado de respeto ante sus superiores, dio una orden clara a la Guardia de Drakenhof: acabar con dicho regimiento y con todo el pueblo para saciar su furia.

Dicho y hecho; en pocos minutos el destacamento de ashigarus fue casi despedazado por una emboscada de guardias de los túmulos, que cargaron sin piedad alguna sobre las filas apretadas de soldados con yari, katana o que portaba arcos, provocando un caos sin precedentes en la formación enemiga.

Por mucho que intentaron plantar cara y reorganizar sus filas para formar un muro de yaris y detener el avance de los enemigos que los atacaban, siempre que conseguían su objetivo eran destrozados por una carga mortal de hojas tumularias que hendían el aire con gases putrefactos y desgarraban carne con facilidad. La carnicería estaba servida.

El Resurgir de los von CarsteinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora