Capítulo 24

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En el capítulo anterior de El Resurgir de los von Carstein, en Shyish Arkhan el Negro atacaba el último reducto de los seguidores de Sigmar que, tras su aniquilación se dispuso a comenzar la tarea de reunir a los Mortarcas para la segunda resurrección de su amo, Nagash, el Gran Nigromante.

Por otro lado, en el complejo del clan Sarutobi Asuma se quejaba de nuestros protagonistas con Hiruzen diciendo que tenía todo bajo control y que ese problema sería rápidamente resulto. Mientras tanto en el campo de entrenamiento número 7 el matrimonio de la noche descansaba tranquilamente hasta la llegada de Kakashi para la prueba definitiva para ser Gennins.

P. O. V. Normal

Más allá de las costas del Continente Elemental

Montañas del Demonio Sangriento, Karak-Berngaruhm, Salones de las Piedras Rojas

Las semanas habían pasado desde que el clan Juramentado había sido borrado de la historia y enviado a los libros de historia para siempre. Tras la aniquilación de uno de los clanes enanos más importantes y prestigiosos de Karak-Berngaruhm, los defensores de los restantes salones de las Piedras Rojas dieron todavía vendieron más cara su piel ante el invasor por querer vengar a sus camaradas caídos y tachar ese agravio de la lista, aunque por desgracia, las fuerzas del 4t Ejército del clan Mors se las habían apañado para dejarles solamente con el dominio de un único salón que daba acceso a los niveles superiores. Por esa razón el Rey del Gran Pico del Hierro, decidió formar un contingente importante de dawi para detener el avance arrollador del clan Mors y, si era posible organizar un contraataque cuando viesen que la batalla ya estaba ganada aprovechando la retirada en masa de sus inagotables enemigos.

Para la defensa se organizaron decenas de piezas de artillería con el apoyo de cientos de enanos armados con ballestas y armas de fuego, para tener como infantería a muros de escudos de guerreros del clan, Barbaslargas y una hueste de Matadores al mando del hijo del fallecido Ingrar Fusearm.

En el flanco oriental de los enanos descansaba una férrea línea de guerreros enanos armados con hachas y escudos formando un poderoso muro de carne y acero que detendría el avance de cualquier cosa. Detrás de ellos estaba desplegado un regimiento de guerreros enanos empuñando hachas de dos manos con varias compañías de ballesteros atrás suyo, finalizando con dos baterías de cañones enanos, una de ellas con cinco y otra compuesta de dos cañones de salvas.

En el flanco occidental se preparaba para el combate una fuerza de tres regimientos de Barbaslargas con escudos y armas a dos manos para enfrentarse a todo lo que se les cayese encima y siendo apoyados por un regimiento de atronadores, dos compañías de ballesteros y una batería de ocho cañones. Todo preparado para provocar un muro que detuviese a todo lo que les atacase y sufriesen una carnicería por el proyectil estacionado a su espalda.

Y para finalizar en el centro se desplegaban varios regimientos de guerreros enanos con escudos, hachas y martillos en dos muros defensivos, con dos regimientos de Barbaslargas con hachas a dos manos y el regimiento de Matadores entre medias de los dos y atrás de la masa de enanos estaba lista una línea compuesta por cinco compañías de atronadores, diez cañones enanos y cinco cañones de salvas.

Todo estaba listo para soportar el avance casi imparable de las legiones de Skavens que iban a caer sobre sus diminutos cuerpos que, sin embargo, esperaban con una furia incontrolable en sus corazones y ansías por tachar agravios que esas malditas ratas provocaron a su pueblo durante tanto tiempo.

Rinrec: (Padre). Fue el pensamiento de Rinrec Mataskavens el mejor Matador que quedaba con vida en Karak-Berngaruhm e hijo del fallecido Ingrar. Tenía una cresta puntiaguda anaranjada con un ojo cerrado producto de una espada de una alimaña Skaven, pero que pudo vengarse descuartizando a su enemigo con sus dos hachas. Su cuerpo estaba repleto de cicatrices y tatuajes de pintura azul. Portaba unos pantalones rojo oscuros con ciertas tiras de color dorado.

El Resurgir de los von CarsteinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora