Capítulo 60

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En el capítulo anterior de El Resurgir de los von Carstein, Orochimaru lanzó su invasión sobre Konoha, provocando la llegada de los ejércitos de los Von Carstein, comenzando por Karin y su hueste de bestias de la noche.

P. O. V. Normal

Hi no Kuni, Konohagakure no Sato

Llevaban semanas de marcha desde Nuevo Castillo Drakenhof. Por el camino habían reunido a sus huestes y las engrosaron todavía más por cada pueblo que pasaban, acabando con cientos de personas sin miramientos. Si habían tardado en llegar a Konoha era por el retraso que suponía marchar con su ejército en carros de cadáveres y ocultarse de la luz solar para no morir por su culpa. Solamente vampiros muy poderosos podían soportar la luz que irradiaban los rayos solares.

Aún con esa complicaciones Saul y Roman von Carstein arribaron por fin a su objetivo, justo un día antes de las Finales de los Exámenes Chunin. Desde entonces aprovecharon a desplegar sus ejércitos a lo largo y ancho de la entrada a la aldea, aprovechando los densos bosques de alrededor para camuflar a sus unidades y permanecer ocultos de los ojos de los humanos.

Su señor les ordenó que liderasen el ataque frontal, abriéndose camino entre los obstáculos que se hallasen en su camino hacía la Torre del Hokage. Eso causó cierto debate y discusión entre los dos Von Carstein, ambos negándose a obedecer las órdenes del otro por considerarlo inferior. Al final acabaron llegando a una especie de acuerdo: cada uno se encargaría de la mitad del frente que cubrían con la mitad de la hueste conjunta.

Por mucho que hubiesen llegado a una paz para la batalla que ocurriría en pocas horas, los dos miembros del Círculo Interior de Vlad se intentaron debilitar para llevarse la gloria de la victoria y el favor de su señor.

Con todo eso fueron pasando las horas, viendo cómo seguían llegando civiles y shinobis de todas partes del Continente Elemental para presenciar las Finales de los Exámenes Chunin. También comenzaron a sentir la llegada de las fuerzas de Ai y Daiki von Carstein al futuro campo de batalla, por el sur y el norte de la aldea respectivamente.

Además, una cosa que no se les pasó por alto a nadie fue la acumulación de efectivos cada vez en mayor número, por parte de Sunagakure no Sato, Otogakure no Sato, Kusagakure no Sato y Takigakure no Sato. Eso les daba el aviso de que Orochimaru estaba a punto de lanzar una ofensiva sobre Konoha el día de las finales, como la red de espías de Karin les dijo.

Con las fichas puestas encima del tablero comenzaron a ordenar la formación de sus legiones para el combate poco después del inicio de la mañana. De esta manera miles y miles de cuerpos muertos se levantaron por órdenes de los Nigromantes, que los dispusieron para la batalla, movilizándose en batallones, regimientos o legiones.

Para cuando todo estuvo listo para el conflicto que se avecinaba ya era cerca del mediodía, con el sol más iluminado que nunca, como si quisiera advertir a los mortales de lo que se avecinaba. Se tardaron tres horas de más por culpa de una discusión entre ambos comandantes sobre qué hacer con las fuerzas de Orochimaru que tenían delante.

Roman: Tenemos que atacarlos ahora. No se lo esperan. Si lanzamos a nuestro ejército sobre la coalición de aldeas bajo el liderazgo de Orochimaru tendremos una ventaja importante sobre el enemigo; además que serán más efectivos para nosotros. Dijo Roman exponiendo su postura sobre actuar ahora atacando la retaguardia de uno de sus enemigos.

Saul: Reten esas malditas ansias de derramar sangre, Roman. No pienso enviar mis fuerzas antes de tiempo. Por mucho que destruyamos fácilmente a la mitad de sus fuerzas eso alertaría a Konoha de nuestra presencia antes de tiempo. Le replicó con sus dientes bien afilados listos para hundirse en el cuello del Gran Maestre de los Caballeros Sangrientos.

El Resurgir de los von CarsteinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora