Capítulo 9

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En el capítulo anterior de El Resurgir de los von Carstein, nuestro protagonista y su amada salían de la reunión del consejo tras dar un toque de atención al consejo, si se metían con ellos seria su final. Al mismo tiempo, ellos sabían que sus enemigos en la aldea intentarían de cualquier manera controlar a Tayuya/ Isabella para dominar a Naruto, sin embargo, ellos ya tenían un plan para cuando ocurriese ese movimiento estúpido.

Por otro lado, en la oficina del Hokage, Hiruzen estaba completamente frustrado viendo como los planes, que durante años habia tejido se esfumaban delante suya, además de que en la sala se adentraron los demás consejeros ancianos exigiéndole que no dejase a nuestro protagonista libertad, y que lo adiestrase como a un arma. Sin embargo, el Sandaime habia planeado introducir a su enemigo en la Academia Shinobi.

P. O. V. Normal

Barrio Rojo

El Barrio Rojo de la aldea oculta entre las hojas, el lugar más pobre y peligroso de la villa. El distrito estaba atiborrar de prostitutas tiradas por las calles como meras heces, prostíbulos cada 50 pasos, bares llenos de borrachos que no paraban de beber hasta gastarse todo su dinero en su adicción por la bebida. Multitud de matones contratados por el consejo civil siempre paseaban por el lugar, vigilando que nadie intentase cambiar esta situación, ya que les generaba una gran fuente de ingresos para sus bolsillos, a tal punto que no les importaba raptar mujeres o incluso niñas jóvenes para así tener un nuevo "producto" para vender a sus compradores, que llegaban desde todo el Continente Elemental para desconectar de su vida aburrida y rutinaria.

En eso se puede escuchar los gritos de terror e implorando auxilio de un civil, que se encontraba corriendo con todas sus fuerzas puestas en sus piernas para escapar del peligro que le perseguía desde hacía ya varios minutos cuando habia salido de un prostíbulo tras haberse divertido con una joven de 16 años.

Su pelo negro grasiento y sudado por el "esfuerzo" antes de comenzar a huir a unos 20 pasos del prostíbulo, al enfilarse por una de las callejuelas oscuras del Barrio por haber visto a una joven hermosa de cabello carmesí adentrándose por dicho lugar, y pensando que podía "divertirse" con ella la comenzó a seguir. Sin embargo, cuando pensó que se encontraban en un sitio lo suficientemente alejado del tumulto de personas que circulaban las calles principales del barrio, y el olor a cerveza y a lujuria estaba lo suficientemente lejos, el civil comenzó a intentar ingeniar un plan, que al final acabó en abalanzarse sobre la bella mujer.

Cuando el hombre intento agarrar los hombros de la mujer para tenerla entre él y el muro de piedra marrón desgastado por la nula revisión, para que su "presa" no tuviese forma de escapar, rápidamente la bella dama le dio una patada enviándolo a la montaña de roña cercana, y que el olor a podredumbre comenzó a circular por su cuerpo, se impregnase en sus ropajes blancos y caros, y la arrogancia y ego del civil fuese destrozado por pensar que una mujer, una zorra sin valor le negaba entrar en ella.

Pero todo eso cambio cuando observo los ojos de la fémina, unos ojos rojos como la sangre, tan intensos o iguales a los que los Kyubi tuve cuando se lanzó sobre la aldea hacía ya 12 años, cerca de 13. Su piel blanquecina resplandecía como si una luz en tanta oscuridad y putrefacción la iluminase como a una diosa. La sonrisa que se formó en su rostro le asusto enormemente, era una dentellada sonrisa de un depredador viendo a su presa, una presa muy apetecible y que la alimentaria durante unas horas.

Antes de que ella pudiese decir alguna cosa de su boca, el hombre comenzó a despotricar de como "osaba" hacer eso, él era hijo de uno de los concejales civiles y cuando le contase a su padre sobre lo que le habia hecho, básicamente podía despedirse de su vida normal y comenzar a mentalizarse de ser su puta personal.

El Resurgir de los von CarsteinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora