Capítulo 76

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En el capítulo anterior de El Resurgir de los von Carstein Bolorog era tortura en el Jardín de Nurgle por su fracaso en Ghur, Nagash comenzaba ya su campaña sobre los Reinos Mortales y Mannfred von Carstein recibía ayuda de un aliado inesperado y traicionero.

P. O. V. Normal

Más allá del Continente Elemental, Reino del Caos, Plagopólis

Desde la explosión resultante que casi acabó con la vida de Sequeek el Conquistador del Clan Mors, heredero de Queek Coleccionista de Cabezas, las cosas habían cambiado mucho en Plagopólis.

Las acusaciones se arrojaron como armas envenenadas entre todos los Clanes con un puesto dentro del Consejo de los Trece, culpándose del intento de asesinato entre ellos. Algunos apuntaron al propio Señor del Clan Mors, Lord Sniekok, el Segador de Corazones, para detener la carrera en ascenso de su subordinado para que no lo opacase, cosa que todo el mundo creía posible conociéndose a sí mismos; ellos si estuvieran en su posición lo harían.

Debido a la gran explosión, que tras comenzar una investigación el Clan Mors descubrió que se trataba de materiales que solamente el Clan Skryre conocía a la perfección debido a lo meticuloso y bien tratado que estaban los explosivos, como si se hubieran fabricado expresamente para esa ocasión.

Otros apuntaron sus dedos largos, diminutos, huesos y acusadores hacía los asesinos del Clan Eshin, pensando de que de alguna manera arrebatar al descendiente directo del Coleccionista de Cabezas sería una manera de mantener una hegemonía de los Eshin que nunca tuvieron.

Unos chillidos estruendosos culparon al Clan Pestilens y al Clan Moulder por el miedo que procesaba que el Clan Mors tuviese otro puesto en el sagrado Consejo de los Trece. Esas acusaciones se acallaron rápidamente la pensar que ellos poco les importaba; el Clan Pestilens realmente, según algunas voces que lanzaban susurros de mentiras y conspiraciones sin parar, no le importaba la composición del órgano de decisión de la sociedad Skaven; mientras tanto, el Clan Moulder, al menos sus dirigentes más importantes, no estuvieron presentes durante la explosión y días anteriores por estar trabajando en más y más monstruosidades que nutrían las huestes de Clanes menores que se encargaban de realizar incursiones contra las huestes de los Poderes Ruinosos.

Eso dejó libre al último miembro en ser acusado, aunque duró poco dicha acusación, a los miembros de la Orden de los Videntes Grises, que contaban con tres asientos en el Consejo tras perder su hegemonía durante la guerra civil que desangró su raza tras el triunfo de Sigmar hacía milenios. Ellos en ese momento controlaban a los Skavens y, tras ser derrotados por las huestes del Dios-Rey los Clanes Mayores y menores cayeron sobre ellos con sus poderosos ejércitos e influencia para culparlos de la derrota y deshonra ante la Gran Rata Cornuda.

Después de aquello sucedió una guerra intestina entre todos para controlar el Consejo de los Trece hasta que su diosa intervino y puso fin al asunto al organizarlo como ella quiso. Desde entonces la composición fue la siguiente: el Primero, Tercero y Duodécimo Asientos eran pertenecientes a los Videntes Grises, el Segundo al Clan Mors liderado por Lord Sniekok, el Cuarto Asiento para el Clan Rictus de Lord Snifakt Diente de Muerte, el Quinto Asiento para el Clan Verminus de Lord Hakikt Demonio del rencor, el Sexto Asiento para el Clan Morbidus y Lord Glutritr el Apestoso, el Séptimo Asiento estaba vacante tras el exterminio del Clan Mesht, el Octavo lo ostentaba el poderoso y rico Ritt el Piedrabrillante del Clan Skryre, el Noveno era para Skittak Pelaje venenoso del Clan Eshin, el Décimo Asiento lo mantenía el Clan Pestilens con su putrefacto líder Lord Quanquisk Garra Gris, el Undécimo Asiento lo ostentaba el Clan Moulder con su Señor Lord Mikiskit Destripador de gusanos y el último Asiento, el Decimotercer Asiento estaba también vacante para los mortales, ya que era el perteneciente a la Gran Rata Cornuda.

El Resurgir de los von CarsteinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora