El Resurgir de los von Carstein

Capítulo 39

En el capítulo anterior de El Resurgir de los von Carstein, Neferata finalmente cede y vuelve a servir al Gran Nigromante, con Nagash devolviéndole a algunas de sus antiguas Doncellas. Por otro lado, Karl Franz al mando de un ejército se presenta a las puertas de Nagashizzar, al igual que Mannfred von Carstein.

Y con nuestro protagonista se adentraba en la Academia Shinobi para hacer la primera prueba de los Exámenes Chunnin.

P. O. V. Normal

Hi no Kuni, Konohagakure no Sato, Academia Shinobi

La tensión en la habitación donde ocurriría la primera prueba de los Exámenes Chunnin era palpable. Desde un inicio nadie confiaba en el equipo de al lado, aun siendo de la misma aldea. Básicamente no se fiaban de sus camaradas por temor a que supiesen sus debilidades y puntos fuertes para que ideasen una táctica contra ellos.

Seguidamente intentaban intimidar al rival lanzándole una oleada de instinto asesino para ponerle nervioso y que fuese más sencillo de derrotar en combate, o que fallase en algún momento y se le pudiese echar por incompetencia del propio inútil; no obstante cuando Vlad entró en la habitación y correspondió su instinto asesino con una oleada del propio fue terrorífico; nadie se esperaba que un mero Gennin, más los de Konoha al ver al demonio, pudiese desplegar un poder de tal tamaño; les parecía irreal; sacado de un cuento de terror.

Naruto: (Vaya panda de corderos. Si les asusta una parte de mi instinto asesino no vale la pena que sigan en estos exámenes. Serán destruidos en poco tiempo). Pensó Vlad mientras observaba las reacciones de todo el mundo; la gran mayoría de los equipos de Konoha le observaban con miedo, como si Kurama hubiese tomado control del cuerpo de Naruto y les estuviese mirando directamente a la cara, pensando en el motivo de porque el Hokage y el consejo de la aldea le dejaban con libertad; por otro lado, los pocos equipos de su generación estaban mirándolo con un gran nerviosismo, no estaban acostumbrados a recibir tales cotas de instinto asesino tras salir de la Academia, porque mientras duró la Academia en el momento que entró Naruto en ella básicamente se pusieron rígidos mientras nuestro protagonista estaba, pero cuando se graduaron sus senseis no les enseñaron la totalidad de la realidad del mundo shinobi ni les pusieron en una situación delicada, por tanto, todavía las oleadas de instinto asesino de Vlad les asustaba. Mientras que los extranjeros le miraron con mucho interés; parecía ser que él era quien suponía la mayor amenaza para estos Exámenes Chunnin, por tanto, tenían que ir con cuidado. Ese era el pensamiento de la mayoría de extranjeros, pero los equipos con Jinchuriki y el de Kumo le pusieron como objetivo.

Chomei: (Fu ten cuidado con ese Uzumaki. ¿Me has oído?). Le pregunta la Bijuu de Siete Colas a su Jinchuriki con seriedad. Sabía de antemano que nuestro protagonista sostenía a su hermano mayor, con solamente eso suponía una amenaza a tener en cuenta a la hora de combatir contra su equipo; si a eso le sumabas que era un Uzumaki, los únicos capaces de soportar el poder de Kurama, y que por sí solos los miembros del clan del Remolino eran unos monstruos que eran expertos en destruir ejércitos por ellos mismos; pero eso no inquietaba realmente a Chomei, lo que verdaderamente preocupaba a una de las hijas del Rikudo Sennin era ese poder oscuro que circulaba por su cuerpo. No sabía que poder era ese, pero parecía tener alguna relación con la muerte, y eso le encendía todas sus alarmas. – (Si llegas a enfrentarte a él, prepárate para un enfrentamiento demasiado duro) -. Le dijo con dureza esperando que la chica que había protegido y cuidado como una hija sufriese a manos del Uzumaki.

Fu: (No te preocupes, mama, tendré mucho cuidado). Le respondió Fu mirando directamente con una mezcla de extrañeza, curiosidad, miedo y emoción a nuestro protagonista. El aura oscura que adornaba a Vlad estremecía de puro terror a cualquiera y eso le daba curiosidad, además su madre le dijo que tuviese cuidado con él, por tanto, eso significaba que era poderoso, ¿pero qué tan poderoso? Ella le dominaba la curiosidad por saber del pelirrojo de ojos rojos como la sangre.