En el capítulo anterior de El Resurgir de los Von Carstein, mientras Isabella ganaba su combate sencillamente contra Hinata, Karin y el resto de Von Carstein del Círculo Interior iban desplegando sus fuerzas alrededor de Konoha para demostrar en poco tiempo el poder de su señor al mundo.
P. O. V. Normal
Más allá del Continente Elemental, Reino de Azyr, Faro de Dracothion
El Reino de Azyr, también conocido como el Reino de los Cielos, es uno de los Reinos Mortales. Este en particular se encuentra gobernado en su completitud por el Dios-Rey Sigmar. Es un refugio de cultura y razón, aunque desde la Batalla de los Cielos Ardientes se ha volado en la industria de la guerra y control de los Reinos Mortales, como se pudo ver tras la decisiva derrota del Señor del Fin de los Tiempos, que dio paso a una época de paz para la humanidad.
Sin embargo, esa paz había finalizado abruptamente. Desde hacía semanas las resplandecientes y luminosas ciudades de Azyr comenzaron a recibir noticias horribles de parte de todos los Reinos Mortales: los demonios lanzaban ataques. Desde distintos lugares y regiones aparecían portales del Caos, desgarrando la realidad, y emanando de los mismos inagotables hordas de demonios y adoradores humanos a los dioses del Caos.
Estas huestes, acaudilladas por poderosos paladines al servicio de los Poderes Ruinosos, caían sobre las defensas que se encontraban en su camino, arrasando con decenas de Ciudades Libres y segando miles de vidas en poco tiempo.
Para frenar esta amenaza se alzaron y se hicieron llamar a las distintas fuerzas de cada Reino Mortal en grandes ejércitos que marcharon para acabar con su enemigo. Alguno de estos ejércitos fueron completamente masacrados y destruidos por sus enemigos; otros tuvieron mejor suerte al poder frenarlos, aunque obteniendo solamente victorias pírricas para detener su avance; y otros no solo los derrotaban en el campo de batalla, sino que sobrevivían la suficiente cantidad de soldados como para contraatacar y recuperar parte del territorio ocupado.
Esta situación obligó a un reclutamiento masivo de los súbditos del Dios-Rey para engrosar más hombres a sus filas y cubrir las bajas sufridas con cada enfrentamiento. Ante la tesitura de armar a muchos más soldados de los que podían abastecer con sus armerías, las forjas no descansaban en ningún momento, sobre todo en el Reino de Azyr, forjando armas y armaduras para todo aquel que lo necesitase.
Con ese panorama, Sigmar convocó a su Paladín, Karl Franz, para que acudiese en su ayuda, pero enseguida recibió otra funesta noticia al saber que fue derrotado en batalla al plantar cara al Gran Nigromante personalmente, con sus ejércitos desperdigándose para reunirse otra vez, esta vez maltrechos, bajo el liderazgo de Balthasar Gelt. Algunos contaban los rumores que pululan por esos lares, diciendo que el Paladín de Sigmar había muerto; otros que sobrevivió a su enfrentamiento con el dios de la Muerte, negándose a dejar de servir a su señor, y llegó justo a tiempo para comandar la defensa de Angalach, el último bastión que le quedaba al Dios-Rey en Shyish.
Importando realmente poco que su campeón personal estuviese vivo o muerto, Sigmar sabía que no le podía ayudar a solucionar la amenaza que suponía un nuevo advenimiento del Caos. Por esa razón, tras milenios postrado en su trono dorado, el dios de los Cielos se puso a la cabeza de sus ejércitos y cayó sobre las hordas de demonios y humanos del Caos.
Su entrada directa en la guerra supuso una bolsa de aire renovador a los agotados regimientos de las Ciudades Libres, habiendo resistido el embate enemigo durante días de encarnizadas batallas. Pero en vez de conseguir la victoria decisiva que buscaba su deidad, con cada batalla ganada el enemigo no paraba de hacerse más y más numeroso, como si estuviese ejerciendo la caótica presión que hacía únicamente para entretenerlo y alejarlo de su reino, cosa que descartó enseguida. Los demonios y adoradores de los Poderes Ruinosos no eran lo suficientemente inteligentes como para engañarle.
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El Resurgir de los von Carstein
FanfictionDescripción: Millones de años han pasado de El Fin de los Tiempos. El Imperio, los No Muertos, los Altos Elfos, los Hombres Lagarto, los Enanos, los Pieles Verde, los Ogros, incluso las grandes huestes de los Dioses Oscuros del Caos han desaparecido...