El Resurgir de los von Carstein

Capítulo 25

En el capítulo anterior de El Resurgir de los von Carstein, en el último Salón de los Salones de las Piedras Rojas de Karak-Berngaruhm se libraba una batalla por este entre las huestes del 4t Ejército del clan Mors, que lanzaba sus vastas hordas de esclavos para comenzar el enfrentamiento, y los restos de los defensores de todos los Salones y los refuerzos enviados por el Rey enano.

Por otro lado, en Konoha nuestros protagonistas y el resto del Equipo 7 se les era concedido una misión de escolta a un constructor de puentes hasta Nami no Kuni.

P. O. V. Normal

Konoha, Sala del Consejo

Hacía unas horas que el Equipo 7 había partido de la aldea para cumplir con la misión de rango C de escoltar a Tazuna hasta Nami no Kuni por órdenes de Hiruzen, aunque en realidad la misión en sí era de rango A como mínimo, ya que gracias a su propia fuente de información, es decir, al propio Gato supo de antemano que el actual dictador del País de las Olas había contratado a los Oni Kyodai (Hermanos Demonio), unos Chunnins renegados de Kirigakure no Sato con un largo historial de asesinatos exitosos. Aunque el Sandaime pareciese que se preocupaba por ese Equipo, verdaderamente le importa muy poco el destino de todos los shinobis que van a esa misión. En su mente él piensa que si fallan no pasa realmente nada, porque había enviado una sección militar de 100 Chunnins y un pelotón de 20 Jounins para apoyar a Gato, y de esta manera obtener todo el Equipo 7 bajo su control, ya que su plan era que al fallar su objetivo a Sasuke Uchiha fuese forzado a meterse en el Programa de Restauración de Clanes para revivir a un clan Uchiha leal a los Sarutobis. Mientras que a Vlad y Isabella eran obligados a someterse bajo las órdenes de Hiruzen, para que el primero se convierta en un arma leal a su persona y la segunda en una máquina de crías de Uzumakis y von Carsteins.

No obstante, el líder del clan Sarutobi y dirigente de Konoha tenía que ir al Consejo para una reunión, ya que el Consejo Civil, más bien dicho Danzo había movido sus hilos para que se formase esa reunión para reprocharle por haber dejado salir al arma de la aldea fuera de esta para cumplir una misión, porque todavía no había cumplido la primera misión que era que fuese leal a la aldea, aunque realmente lo que quisiese decir era que fuese leal al Shimura.

Sarutobi sabía de antemano que los civiles despotricarían sin parar para que Naruto fuese encarcelado por salir de Konoha para posteriormente ser ejecutado, una cosa que nadie del Consejo de Ancianos, el Consejo Shinobi, el Consejo de los Líderes de los Clanes y el propio Hiruzen iban a permitir, todos con diferentes objetivos claro está. Él ya se estaba cansando de las ambiciones inagotables del Consejo Civil, porque desde que volvió a tomar las riendas de la aldea no habían parado de demandar un poder que no les correspondía, y él como buen aliado idiota aceptaba sus demandas pensando de esta manera manejar mejor los hilos sobre Konoha, pero esa táctica produjo un problema que ni Hiruzen ni el propio líder de Raíz podía impedir ahora mismo: el dominio por parte de los Civiles de Konoha.

Para intentar remediar ese cáncer que había provocado los dos, el viejo halcón de guerra había comenzado a cobrar los favores que tenía pendientes arrebatándoles poder a los Civiles y utilizando ese poder recuperado para multiplicar sus fuerzas. Mientras que Sarutobi por el momento no había hecho ningún movimiento, ya que estaba esperando a que hacían Homura y Koharu, porque esos dos cuando moviesen ficha sabría de qué bando estaban: el de él o el de Danzo. Y tras en que facción se encontraban esos dos ancianos podría moverse con mayor tranquilidad al saber si tenía a más o menos enemigos por el momento, porque al final su plan era eliminarlos a todos ellos y controlar el Consejo entero por golpe de decreto o con todos ellos siendo únicamente del clan Sarutobi.

En eso Hiruzen entra en la Sala del Consejo y comienza a escuchar el griterío de los Civiles al hacerles esperar algo que molesta gratamente al shinobi, porque no aguantaba nada a los Civiles, pero eran su único soporte a nivel económico sin contar a su clan y desde que Mebuki les obligo a pagar los impuestos atrasados provoco un gran problema interno dentro del propio clan de simios.