Capítulo 86

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En el capítulo anterior de El Resurgir de los von Carstein, Shimura Danzo lanzó al fin su levantamiento militar contra Senju Tsunade por el control de Konohagakure no Sato.

P. O. V. Normal

Kusa no Kuni, Capital de Kusa no Kuni

Daiki von Carstein observaba con rostro tranquilo y mirada atenta a las fuerzas congregadas por el Daimyo de Kusa no Kuni, tras haber sido conocedor al fin de los desplazamientos de huestes enemigas en su territorio, en las cercanías de la capital.

Después de haberse separado de Lady Karin von Carstein y dirigirse directamente contra el centro de poder del país no se topó con muchos contrapesos o distracciones.

La inmensa mayoría de los nobles con los que se relacionó durante la campaña abrieron sus puertas ante sus legiones de No Muertos para morir seguidamente a manos de su espada. Si habían traicionado a su superior por intentar salvar su vida y dejar al invasor pasar por sus tierras sin problemas, no era alguien leal ni digno de confiarle alguna tarea.

Sus cadáveres y las de sus siervos y muertos se unieron a sus huestes para marchar sobre la capital, aunque antes de comenzar el sitio o ataque a la ciudad tuvo que hacer frente a una pequeña fortaleza defensiva a dos días de marcha y un campamento donde se iba reuniendo un ejército para intentar acabar con ellos.

La fortificación era una robusta línea defensiva de dos muros de piedra gruesos y fuertes, con cuatro grandes torres y dos portones, uno que apuntaba al Castillo Minatori y el otro a la carretera que se construyó para conectarla con el centro de poder del País de la Hierba. La guarnición no llegaba a los cuatrocientos soldados entre Ashigarus y un pequeño contingente de veinte samuráis que hacían el papel de capitanes y mandos superiores.

El comandante de la fortaleza, Fukui Atsutada, un veterano samurái de la Tercera Guerra Mundial Shinobi, se vio rápidamente sobrepasado con la situación cuando presenció cómo una marea de No Muertos se amontonaba a sus puertas. Cuando intentó enviar mensajes de auxilio a la capital se topó con qué los cuervos mensajeros eran cazadas por Murciélagos que trazaban arcos mortíferos sobre las pobres aves en un cielo cubierto de nubes negras que no auguraban nada bueno; pero en el momento que envió a la gran mayoría de sus samuráis, unos quince, para que llegase el mensaje a su Daimyo o a los samuráis de su alrededor tuvo que escuchar los gritos de horror y muerte de sus hombres mientras se mantenía erguido sobre la muralla observando su caída en una batalla nada honorable.

Pasó un día y una noche y los hombres estaban asustados y con la moral baja. Todos habían escuchado o presenciado la muerte de la élite de la guarnición, o se habían enterado por los cuchicheos entre los soldados que se pasaban mensajes. La comida no era un problema, pues tenían para más de tres meses de asedio, pero sabiendo la diferencia abismal de efectivos no creía que durasen mucho tiempo.

Con eso en mente Daiki lideró a sus Vampiros y los Justicieros de la Tormenta Oscura directamente contra las defensas del Castillo y se apoderó rápidamente de la entrada sur para abrirse paso entre regueros de sangre, cuerpos muertos y gritos de miedo y alarma hasta el comandante de la guarnición, que no tuvo mucho que hacer ante las habilidades marciales de Von Carstein.

La muerte de Fukui Atsutada provocó la caída de la fortificación, con los restantes supervivientes que intentaron escapar como podían del mismo destino siguiéndolo poco tiempo después.

Rápidamente llamó a sus Nigromantes y Vampiros con poderes nigrománticos para liderar a las legiones de No Muertos y continuar la marcha contra la capital, llegando a su destino tras cuatro días de marcha lenta y carnicerías diurnas y nocturnas. aprovechando las nubes convocadas con magia negra.

El Resurgir de los von CarsteinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora