Capítulo 64

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En el capítulo anterior de El Resurgir de los von Carstein, un ejército de No Muertos liderados por Óscar von Carstein derrotaba a las fuerzas de su antigua familia mortal en el Paso de Shinigami, al norte de Hi no Kuni.

P. O. V. Normal

Más allá del Continente Elemental, Reinos Mortales, Reino de Chamon

El Reino de Chamon, también conocido como el Reino del Metal, se encontraba en una situación muy complicada. Desde la llegada del espacio de los Reinos del Caos de las hordas del temido y recordado Kairos, Tejedestinos, había cambiado todo.

Al principio los ejércitos del Dios-Rey Sigmar pudieron contener la hemorragia que suponía la entrada de los invasores, resistiendo los envites que les lanzaban; no obstante, ese esfuerzo no sala para nada gratis: costando alrededor de veinte regimientos diarios solamente para mantener el frente tal y como estaba la situación en el inicio de la invasión.

Se sostuvo la cantidad de muertos debido a la gran reserva que se contaba en Chamon, contando con cientos de regimientos de soldados listos para la guerra. El número de unidades era tan grande debido a que se mantuvo la estructura militar de los tiempos de la guerra contra las hordas de los Poderes Ruinosos, ya que el gobernador de Chamon de entonces, un veterano superviviente de ese conflicto, pensó que el mal que asoló estas tierras podía volver y se esforzó para mantener el ejército de ese entonces para la posible vuelta del enemigo.

Sus distintos sucesores en el cargo se fiaron y confiaron en su pensamiento, manteniendo o reforzando, dependiendo del gobernador, las fuerzas armadas de las Ciudades de Sigmar en el Reino de Chamon.

Igualmente el tiempo fue pasando, subiendo el número de bajas sin cesar en el frente sangrante de las fronteras con el espacio de los Reinos del Caos. Las huestes del dios del Cambio no cesaron en su intento por romper el bloqueo que les imponían los sigmaritas, recrudeciendo las batallas.

Luego de tres meses de constantes asaltas a fortalezas y batallas campales masivas, que solamente servían para desgastar las defensas de los siervos de Sigmar, vino el Gran Cataclismo, como lo llamaron los habitantes del Reino Mortal, un evento que supuso el colapso de las líneas defensivas y la desorganización de los ejércitos que tenían que plantar cara al Caos.

Cuando sucedió el Gran Cataclismo era un día normal en el frente, con el general Paulus von Lietbezt liderando al treceavo ejército de Chamon, conformado por diez regimientos de infantería y diez hermandades de caballeros.

Mientras las tropas de Von Lietbezt se preparaban para repeler una nueva oleada de bárbaros y guerreros del Caos que adoraban a Tzeentch, que venían corriendo y lanzando gritos de guerra y alabanzas a su oscura deidad, los cielos se colmaron de todos los colores y ninguno a la vez y las nubes aparecían y desaparecían continuamente, cambiando de forma y color.

Al principio se creyó que era una estratagema del dios de sus enemigos para extender el pánico entre sus filas, por lo que los sigmaritas tomaron posiciones y comenzaron a luchar contra su enemigo a distancia. Ya había sucedido varias veces antes y no fue nada al acabar la batalla.

No obstante, no fue así esta vez. Mientras los primeros bloques de infantería se combaban y estaban a punto de ser apoyados por tropas de refresco, una mezcla de azul celeste y púrpura brillante se apoderaron de las tonalidades del cielo Unos segundos después de aquel suceso una sucesión de truenos se escucharon, tronando y alumbrando de más un campo de batalla a la luz del día. Luego se escuchó un desgarro, el desmembramiento de la realidad en el tiempo real por los oscuros hechizos de los siervos de Tzeentch.

Al mismo tiempo decenas de grietas surgieron en el cielo, apareciendo de ellas decenas de meteoritos de llamas purpuras de ellas, como si fueran estrellas fugaces.

El Resurgir de los von CarsteinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora