Capítulo 45

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En el capítulo anterior de El Resurgir de los von Carstein, nuestro protagonistas se adentraban en el Bosque de la Muerte, enfrentándose a los anbus enviados por los ancianos del Consejo y el Hokage, como a un Equipo de Konoha con mucho ego y, finalmente, comenzando un enfrentamiento con Orochimaru.

P. O. V. Normal

Hi no Kuni, afueras de Konohagakure no Sato

La tarde colmaba el cielo, con el sol denotando una serie de rayos anaranjados, desprendiendo sus últimas fuerzas al estar pronto la llegada de la noche en Konoha.

En las cercanías de la primera potencia shinobi del Continente Elemental marchaba una pequeña hueste de vampiros, todos ellos del noble linaje de los Von Carstein, convertidos por Vlad o Isabella, algo que era indiferente para todos ellos.

A la espalda de cada uno de cada uno de los aristócratas de la noche marchaba una pequeña unidad de entre veinte y cincuenta guardias de los túmulos, dependiendo de la importancia dentro de la jerarquía que imperaba de Uzushiogakure no Sato. Ellos habían sido convocados por Karin von Carstein, la hermana de su condesa, para cumplir una misión muy importante y delicada para sus señores, aunque eso no significase que tuvieran que ser austeros en la cantidad de soldados que tendrían que emplear para cumplir sus objetivos.

A la cabeza de la veintena de vampiros se encontraba otro, pero algo distinto a los demás. Sus colmillos eran más prominentes y afilados que el resto. Su rostro demostraba una arrogancia muy propia de un general que había comandado grandes cantidades de soldados en numerosas batallas, por mucho que en realidad solamente había librado una gran batalla, la cual supuso su entrada en las filas de Von Carstein. Su armadura era la de un samurái, denotando sus siglos en los detalles de las placas de metal y en la antigüedad del material que utilizaron para crearla; iba montado en un corcel que solamente le quedaba los restos óseos a la vista, con la barba hecha jirones y desprendiendo un sonido terrible al silbar el viento al mover la tela marchita.

Él era Daiki von Carstein, antiguamente conocido como Yoshida Daiki, un samurái perteneciente a un glorioso clan del pasado que había servido durante generaciones a uno de los nobles más importantes e influyentes de Hi no Kuni. Su final como humano llegó cuando a la corte de su señor llegaron un grupo de campesinos asustados, famélicos y hambrientos, anunciando que su poblado y varios más de las tierras del noble habían sido arrasados y saqueados por un grupo de bandidos, con la mayoría de los súbditos siendo masacrados sin piedad; su señor les ordenó que no interviniesen, pero Daiki desobedeció sus órdenes y marchó en busca de los saqueadores con una partida de cincuenta miembros de su clan, las mejores espadas con las que podía contar; ese fue su craso error; al final los encontró y se batió en una batalla conocida como la batalla de la Tormenta Oscura, dónde él y sus hombres ganaron contra un número muy superior de enemigos, aunque cobrándose la vida de casi todos sus hombres excepto a uno de ellos.

Seguidamente de ello, Lord Vlad apareció, con Daiki arrodillándose al encontrarse ante un Uzumaki. Su clan respetaba a los hijos de Susanoo por su gran maestría en el arte del Kenjutsu. Su nuevo señor les ofreció la capacidad de poder defender a los indefensos y crear una paz para todo el mundo, una que no fuese capaz de destruirse o fuese papel mojado entre las grandes potencias. En ese momento a él se le concedió el Beso de Sangre, convirtiéndose en un vampiro, para rápidamente después de renacer, extraer hasta la última gota de sangre de su último subordinado.

Tras ello, y ser convencido por su nuevo señor de continuar por el camino que acababa de comenzar luego de su resurrección como un no muerto, extrajo hasta el último ápice de carne, tendón y piel de sus antiguos soldados, alzándolos de nuevo al combate para seguir sus órdenes, negándoles el descanso eterno que se merecían por la gloriosa batalla que habían librado. Con su pequeña hueste de los Justicieros de la Tormenta Oscura se fue encargando de recolectar y reunir cadáveres de todo tipo por las costas del País del Fuego, siendo el caso de haber pasado por la hoja a varios pueblos que se negaron a descansar por las noches y enfrentarse a sus hombres, muriendo en el intento de defender a sus antepasados y uniéndose a ellos en la cada vez más gran hueste de no muertos que estaba formando por órdenes de Lord Vlad.

El Resurgir de los von CarsteinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora