Capítulo 48

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En el capítulo anterior de El Resurgir de los von Carstein, las huestes del Caos finalmente comenzaron la marcha final contra los reinos Mortales, liderados una vez más por Archaon; por otro lado, las distintas facciones en Shyish movían fichas para controlar el reino de la Muerte para uno u otro señor.

P. O. V. Normal

Continente Elemental, Hi no Kuni, Konohagakure no Sato

Tras un día de que sucediesen las preliminares de los Exámenes Chunnin y dejasen a los Gennins que iban directamente a la final que se preparasen durante un mes para el gran acontecimiento, las cosas en Konoha se removieron de una manera nunca antes vista.

En primer lugar, las calles estaban casi convertidas en un campo de batalla entre manifestaciones de civiles indignados con la victoria de nuestro protagonista, porque decían que el demonio había hecho trampas y no podía pasar a las finales bajo ninguna circunstancia; una cosa que los altos mandos de la aldea estaban de acuerdo, pero que no podían hacer nada para cumplir las demandas del lado más débil de la primera potencia shinobi del Continente Elemental. Todos los combates que ellos prepararon para que Naruto enfrentase y perdiese para desclasificarlo habían sido ganados por esté, dejando a los dirigentes de la aldea con un mal sabor de boca; incluso intentaron que el Gennin de Kumo, Omoi, que tenía un gran resentimiento hacía el hijo de Kushina, se enfrentase a él como último recurso. No sirvió de nada, y ahora el tercer miembro del Equipo de Kumogakure no Sato estaba en el hospital de Konoha con grandes heridas por todo su cuerpo producto de las cadenas de diamantina, jutsus de Raiton, Futon y Suiton como por la hoja de Bebedora de Sangre, que disfrutó enormemente de absorber el líquido rojo del shinobi que enfrentaba a su amo.

En segundo lugar, el Consejo Civil estaba de rechinaba de la furia de presenciar que el maldito demonio no solo había superado las dos primeras fases de los Exámenes Chunnin y las preliminares, sino que también el bastardo había realizado una estrategia mortífera contra ellos y su principal poder dentro de la aldea y el exterior: su poder económico. El maldito crío había hecho una rebaja de los precios de los productos que vendían las tiendas desplegadas alrededor del Complejo del clan Uzumaki, en los barrios colindantes que siempre habían sido de influencia del clan Uzumaki y que pagaban sus impuestos al representante de dicho clan en la aldea; una recaudación que no habían podido adueñarse de ella por no tener el visto bueno del líder de dicho clan y, por ende, estando con las manos atadas para adquirir un poder inmenso. Los beneficios que le daban esas tiendas eran inmensos, dándole la capacidad a Naruto de hacer una rebaja en los precios que ofreciesen los vendedores ya que siempre generaban unos ingresos superiores a los gastos. De esta manera sabían que perderían cuota de mercado de una manera abismal en las próximas semanas y meses, produciéndose una debacle de su poder económico sin que ellos puedan realizar un solo movimiento en contra.

En tercer lugar, una comitiva del Daimyo de Hi no Kuni se había presentado ante las puertas de Konohagakure no Sato. Las escolta era de un número considerable, totalizando unos trescientos samuráis al servicio del País del Fuego, aunque rápidamente se notaba que eran leales a Suki, la hermana del Señor Feudal. No se sabía el motivo por el cual la hermana gemela del gobernante más poderoso del Continente Elemental había decidido venir a la aldea, pero Hiruzen esperaba saberlo próximamente, porque sus informantes le habían dicho que se dirigía directamente a la Torre Hokage sin detenerse, sin que nadie pudiese interrumpirla para que acudiese el Sandaime Hokage a recibirla como se debía. Eso lo asustó de gran manera, porque no podía adelantarse a los movimientos de la gemela del Daimyo y tenerla bajo control.

Y en último lugar, Danzo le había comunicado una desesperante y demoledora mala noticia: Uzumaki Kushina había escapado. La base de Raíz en Konoha había sido atacada y casi destruida; la mayoría de los anbus de Shimura estaban muertos o heridos; los principales túneles de comunicación de dicha base con el exterior derruidos; futuros shinobis leales al último del clan Shimura despedazados o desparecidos; una cantidad innumerable de documentos e informes de todas las acciones realizadas por Danzo o Hiruzen habían sido destruidos y desaparecieron para siempre que, aunque beneficioso en cierta parte, había destruido múltiples planes que estaban en marcha; y lo peor de todo era que no sabían quién había realizado dicho ataque. Danzo creía fervientemente que la autora de los hechos había sido Isabella von Carstein, la esposa de nuestro protagonista, al haberse enfrentado a una horda de no muertos; sin embargo, no podían decirlo abiertamente ya que tendrían que reconocer que fueron derrotados por una Kunoichi de rango Gennin, un golpe directo a los orgullos y egos de los dos ancianos, como confesar que retenían a Uzumaki Kushina durante años contra su voluntad. Si realizaban ese movimiento significaría el final de la carrera política de Danzo y Hiruzen, como sus respectivas ejecuciones por encerrar a la lideresa del clan Uzumaki.

El Resurgir de los von CarsteinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora