El Resurgir de los von Carstein

Capítulo 70

En el capítulo anterior de El Resurgir de los von Carstein, Archaon y sus hordas de siervos de los dioses del Caos se apoderaron del primer nivel defensivo de Ochopartes.

P. O. V. Normal

Continente Elemental, Hi no Kuni, Konohagakure no Sato

Las cosas en Konoha no estaban yendo bien para una parte de su población desde la Invasión de Konoha por parte de Orochimaru, ya que perdieron mucho poder político y económico en cuando se supo quiénes eran los padres de nuestro protagonista.

Los miembros del Consejo Civil fueron los principales, ya que fueron forzados a pagar una indemnización al Clan Uzumaki por intento de apropiación de las tierras de dicho Clan en la Aldea y, al perder su poder económico, perdieron mucho de su poder político e influencia, que se les escapaba de las manos ante la cruzada de Uzumaki Kushina en venganza por el trato hacía su hijo.

Los siguientes fueron los Ancianos del Consejo: Danzo, Homura, Koharu y Hiruzen. El segundo ya se le daba por muerto en cuando le aprisionaron la Guardia del Remolino Carmesí y lo trasladaron a rastras al Complejo del Clan Uzumaki; por otro lado, Koharu intentó acaparar el poder de su antiguo compañero ahora preso de Naruto, pero enseguida vio como la red de espías, informantes y aliados de Homura se desmoronaba y era rápidamente despedazada; Danzo planeaba su rebelión, pero estaba tocado desde el ataque a la Base de Raíz en Konoha, obligándolo a estar en un segundo plano; por último Hiruzen estaba viendo todo lo que había construido caerse a pedazos, con sus influencias y enchufados desapareciendo poco a poco.

El desastre era mayúsculo, sobre todo cuando se enteró de que los shinobis que envió a Yu no Kuni ya no enviaban su informe para saber como marchaba la misión que les había encomendado. Eso generó que la paranoia del viejo mono se acrecentase, forzando a sus contactos a mantenerse leales a su persona bajo cualquier jugada sucia que tenía, ya sea amenazas a su familia, desvelación de secretos y trapos sucios, cualquier cosa para que lo siguiesen apoyando.

Al mismo tiempo él también supo que Jiraiya estaba cada vez más en la Aldea, visitando periódicamente el Complejo del Clan Uzumaki, cosa que le hizo pensar que estaba en contacto con Kushina y Naruto, una idea que le repugnó enseguida. No toleraba que uno de sus peones estuviese haciendo su papel de padrino. Ya se había encargado de mentir a Tsunade para que pensase que nuestro protagonista, su ahijado, estaba muerto junto a su familia, destruyendo cualquier desapegó que tuviese por el proyecto creado por su abuelo Senju Hashirama. Si su antiguo alumno se enteraba de lo que había hecho y localizaba a la última miembro del Clan Senju, que seguro que la encontraría, sabía que habría desatado un infierno sobre su persona, porque Tsunade no tenía fama de perdonar una afrenta a su persona o seres queridos.

Igualmente como fuesen las cosas entre los Uzumakis ahora estaba pensando en como recuperar parte de su poder, aceptando que tendría que obligarse a pactar y tratar con los Clanes shinobis de Konoha para tener una posición ventajosa contra sus enemigos.

Hiruzen: (Ahora bien. ¿Quién sería tan estúpido para confiar en mí? Los Clanes Nara, Akimichi y Yamanaka van de la mano, nunca se fiarían de mis palabras y gestos, sabiendo muy bien mi forma de actuar. Por otro lado los Aburame son cerrados, cosa que puedo tener a mi favor si les prometo que conseguirán una mejor posición dentro del Consejo y la Aldea y depositan su fe en mí. Aceptarán sin rechistar). Pensó con una sonrisa Hiruzen pensando ya en la reunión que tendría con los Aburame. Conocía muy bien a los Ancianos que asesoraban a Shibi verán mis palabras con alegría y convencerán a su joven líder sin experiencia. – (Los Inuzuka están descartados. Tsume está muy unida a Kushina como para traicionarla por mí. El único Clan que queda con relevancia son los Hyuga. Caerán antes mis palabras viendo su posición como primer Clan de Konoha en peligro ante la irrupción del Uzumaki. Esos estúpidos Ancianos arrogantes y confiados no sabrán donde se meten. Y las hijas de Hiashi no se ven tan mal).