"Hay tantas líneas que he cruzado sin tener perdón. Te diré la verdad, pero nunca te diré adiós" Daylight, Taylor Swift
《En los ojos dorados de la pequeña Diosa del Amanecer el Dios del Engaño terminará encantado.
Los errores del pasado pueden ma...
Desperté justo a hora para acudir a la explanada, mi cuerpo temblaba. Había presenciado muchas ejecuciones después de todo es lo que mejor hacíamos los dioses: decidir quién merece vivir y quién merece morir.
La de hoy era diferente, se sentía personal, íntimo.
Elegí un vestido simple, no llevaría joyas. Vomite varias veces antes de poder reunir la fuerza suficiente para el evento.
La explanada del palacio estaba repleta, había muchas personas esperando ansiosas ver lo que ocurriría. El trono improvisado de Odín estaba a pocos metros de la roca donde supongo, su hijo iba a colocar su cabeza. El dolor de Frigga se hizo insoportable, lo sentía, las ganas de vomitar habían vuelto a mi garganta. Thor estaba sentado a pocos metros míos pero no tenía ganas de saludarlo, él no hacía nada para sanar el dolor de su madre, él podía detener a Odín...
El ambiente se sentía pesado, el verdugo había llegado y tomado su posición al lado de la roca mientras afilaba su espada frente a todos los presentes, era asqueroso.
Un cuerno sonó y vi llegar a Frigga de la mano de Odin, ese sádico que la obligaría a presenciar la muerte de su hijo. Odín era un monstruo. Ni Zeus en sus días más locos había cometido semejante atrocidad. Frigga se sentó junto a Thor, Odín subió a su trono, arrogante con la mirada impenetrable. Mi pecho estaba por explotar, sentía el dolor de la reina y ahora podía sentir el terror de Loki acercarse.
Vestía un hermoso traje de cuero verde con negro que resaltaba su mirada, podía ver su característica sonrisa sarcástica pero sabía que era una proyección, yo lo sentía, Frigga lo sentía.
— Padre — saludo Loki a Odín, el guardia estiro de sus cadenas y Frigga ahogó un suspiro. ¡¡Maldita sea Thor como no puedes darte cuenta que tu madre está sufriendo!!
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Odín ignoró por completo a su hijo y con su mano indicó que colocaran a Loki en posición. Los atormentados gritos silenciosos de la reina se sentían en mi cabeza, en mi corazón como si fueran propios, la desesperación y desolación del futuro dictado por las manos de quienes no tenían derecho a... dolía, jodidamente me estaba desgarrando el alma por la escena.
Loki encontró mi cara en la multitud y susurro — adiós pequeña — leí sus labios a pesar de la distancia y mi corazón se rompió en ese instante, aquella de despedida con una media sonrisa aceptando su destino, una sonrisa que era el último consuelo, el último recuerdo que su madre atesoraría en las noches cuando la añoranza colara en sus sueños para hacerla despertar en medio del llanto, un llanto que nadie en la vida podría entender más que una madre que fue igual de condenada que un hijo, la sentencia no era solo para Loki.
Su cabeza estaba puesta, fue en ese comento todo colapso. Frigga cayó en su asiento mientras Thor intentaba abrazarla, la pobre reina estaba rompiéndose y su dolor sobrepasó mis límites.
