"Hay tantas líneas que he cruzado sin tener perdón. Te diré la verdad, pero nunca te diré adiós" Daylight, Taylor Swift
《En los ojos dorados de la pequeña Diosa del Amanecer el Dios del Engaño terminará encantado.
Los errores del pasado pueden ma...
Un Loki con el rostro herido y sucio atravesó la puerta de la habitación.
— Pensé que se matarían — dije cruzando mis brazos en mi pecho.
— Madre no dejo que lo asesinara, pero si acepto que Heimdall debe ser castigado.
— Tú deberías ser castigado, también me lo ocultaste — el Dios se sienta en la cama y toma mi mano.
— 24 horas, solo hasta que los invitados se fueran — levanta mi rostro obligándome a mirarlo — no pensaba callar más tiempo, lo juro — conocía esa mirada profunda que me daba, podía leer que no mentía.
Al menos en medio del problema lo tenía de mi lado, mi único aliado en Asgard... — te perdono porque Thor ya te lastimo lo suficiente — murmure cediendo — te ayudare a curarte las heridas.
Él sonríe aunque la alegría no llegó a su mirada, me estira colocándose sobre sus piernas — perdóname, también hay otros temas que debes saber... Strange dijo que podía ayudarnos a encontrar a Odín... lo pensé mucho — besa mi mentón — necesitamos de Odín para hablar de los dones de Eileifr.
— ¿vas a ir hasta Midgard para buscarlo? — si el hombre podría ayudarnos con los dones del bebé no debía negarme a hablar.
— por ahora no, Thor irá de nuevo... Ahora que sabe de Odín y su capacidad de venir cuando quiera a Asgard, por mi parte Aurora tengo un mal presentimiento de que si me voy algo les va pasar.
La razón de su tristeza era esa, un miedo a dejarnos solos del que hablamos en varias ocasiones, su terrible ansiedad por temor a un pasado tormentoso alcanzando a su hijo.
— Ya hablamos de eso, los Gigantes de fuego están controlados ¿qué más podría pasarnos? Asgard está en paz, los 9 mundos resuelven sus problemas sin necesidad de intervención — entrelazo nuestras manos.
— mientras pueda quiero tenerlos a ambos en mi regazo — dice. El bebé que dormía en la cama se inquietó y me retiré dejando antes un casto beso en sus labios.
— hora de dar de comer al príncipe — no quise alargar el tema y causarle más angustia, suficiente con la pelea familiar.
— vaya que tienes suerte hijo mío — dice Loki al bebé que feliz tomaba mi pezón para saciar su hambre.
— la de la suerte soy yo, los tengo a ambos — respondo.
Loki se quedó a mi lado observando en silencio la conexión de madre e hijo, una sonrisa de orgullo en su rostro... Cuando Eileifr termina de comer el sueño me ganaba la batalla, mis párpados se cerraban solos — descansa Aurora, yo lo cuidaré — la suave voz de mi prometido resonaba como un eco lejano.
Escuchaba a las damas pasearse por la habitación, el ruido de bandejas y cubiertos pero mis ojos seguían rebeldes al sueño, los pasos se fueron pero quedó el repique de unos pies descalzos, me levante lentamente para determinar el origen del suave sonido.
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