"Hay tantas líneas que he cruzado sin tener perdón. Te diré la verdad, pero nunca te diré adiós" Daylight, Taylor Swift
《En los ojos dorados de la pequeña Diosa del Amanecer el Dios del Engaño terminará encantado.
Los errores del pasado pueden ma...
Los imponentes Hiperión y Tea habían llegado a mi departamento con su propio estilo elegante, mi madre nunca parecía envejecer mientras mi padre mantenía los rasgos duros que todo titán poseía para demostrar su superioridad terrenal.
— Así es como deberías vestir todos los días — apreté mis labios, fui hasta mi madre para abrazarla.
— también los extrañe madre — digo con sarcasmo pero todos sonreímos, porque en realidad si los extrañaba en especial a mis hermanos Helios y Selene que habían decidido como yo, vivir una vida lejos de las imposiciones de ser una deidad antigua.
— Sube que el viaje es largo — ordenó mi padre dándome la mano para que subiera con seguridad.
— ¿Selene y Helio no fueron invitados padre?.
— No, no los quiero llevar porque no son igual de sensatos que tú, no necesitamos una guerra con Odín — responde de inmediato.
— Quería verlos — suspiro pero cierro los ojos porque de nuevo se hizo sentir el dolor de los humanos en mi pecho.
— Aurora, otra vez estas conectada a los humanos — reclama mi madre cuando se da cuenta de cómo estoy siendo atormentada por el dolor ajeno, aunque ella sabía que no era algo que estuviera en mis manos controlar — tú piedad va ser tu condena.
— Madre sí dejarás de pensar que eres superior podrías entender mucho del universo — respondo, mi padre fingía no oír pero sabía perfectamente que me estaba juzgando al igual que mi madre-
El viaje llegó a su fin cuando desde la ventana del carruaje pude ver el famoso Puente Arcoíris de los cuentos en todo su esplendor. Un hombre de piel oscura y ojos profundos amarillos que parecían contener el mismo universo nos dio la bienvenida — El padre de Todo los espera — nos dijo antes de girarse para entrar en la extraña habitación dorada que parecía un reloj.
Mi padre tomó la delantera camino por el puente sin ninguna expresión, lo cuál era su forma de expresar superioridad ya que éramos escoltados por guardias que trataban de indicar el camino. Mi madre me tenía del brazo para así demostrar ser la familia poderosa que gobernaba los cielos.
Asgard tenía sus encantos, una ciudad bañada en oro que brillaba con el esplendor más fino, me recordó un poco a mis días en el Olimpo, aunque este fuera más blanco que dorado.
El imponente palacio se podía ver a los lejos, la magnífica vista que brindaban las montañas como fondo al palacio era una inspiración, deseaba pintarlo.
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Al llegar a las puertas del palacio un dolor atravesó mi pecho, era incluso más profundo que el de los humanos y podía sentir cómo las lágrimas estaban desgastando un alma. Ese dolor se sentía cerca, más cerca del que nunca había estado... tanto que me paralice en medio de la puerta y contuve mi respiración, no eran las acostumbradas voces de lamentos, este era como un cuchillo atravesando mi corazón.
