Ilusión

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AURORA

Sabía que él estaba mintiendo, aunque mostrará una imagen dura y despreocupada podía sentir el miedo, la ansiedad, la frustración, el dolor que rondaba su ser. Algo no cuadraba en la escena que pasaba, él era como un teatro bien montado. Thor me dejó en mis aposentos y se fue sin decir nada, me recosté en mi cama, cerré los ojos tratando de descifrar qué fue lo que realmente pasó en los calabozos.

Desperté justo antes de que el cielo se aclarara decidí dar paso al amanecer como hacía tiempo no me permitía. El cielo de Asgard era diferente pero su gente desde arriba se veía mucho más feliz y pacífica que en la tierra.

Mis pasos por el cielo le fueron abriendo la entrada la luz del día, la atención de los asgardianos hacia mi paseo matutino les dio que hablar, varios habían salido de sus camas para observar a la mujer que se paseaba por sus cielos. Bajé del carruaje en la entrada del puente arcoíris para regresar caminando y Heimdall me saludo a lo lejos son su mano, habíamos bailado en la fiesta de anoche.

Cuando llegue a la ciudad podía ver como susurraban, no los oía pero probablemente hablaban del espectáculo que había dado, ellos no me conocían como los griegos o romanos lo hicieron un día, les era novedoso ver a una mujer pasearse para dar paso a la luz.

Mi padre me recibió en las puertas del palacio alabando el espectáculo que brindé al cumplir con el don que me había regalado mi existencia, mi madre estaba orgullosa al darse cuenta que los ciudadanos de Asgard se habían quedado sin palabras por su bella hija montada en su carruaje.

La verdad es que sólo intentaba despejar mi corazón de la atormentada esencia que me estaba persiguiendo desde anoche, el dolor de Frigga y Loki se estaban juntando en mi pecho al punto de no tener la capacidad de ignorarlo como lo hacía con los humanos. Quizás sea porque a su manera ambos eran tan celestiales como yo.

No presté mucha atención a los comentarios de mis padres pero fui a mi habitación a cambiar mi vestido de "trabajo" como lo llamábamos con Selene, el atuendo que cambiaba cuando sacaba la luz de mi.

Decidí dejar de llamar la atención con los vestidos que mis padres me enviaban, elegí uno más recatado, aunque ajustado lo arregle para ser menos llamativo a pesar de transparentarse en partes, el forro naranja y los detalles en negro cubrían todo aquello que llamaba la atención para hacerlo más propio de Asgard, con el toque justo de un cinturón de flores doradas, con mi cabello suelto decorado con una trenza y piedras que había traído de la tierra.

Decidí dejar de llamar la atención con los vestidos que mis padres me enviaban, elegí uno más recatado, aunque ajustado lo arregle para ser menos llamativo a pesar de transparentarse en partes, el forro naranja y los detalles en negro cubrían todo...

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Mi desayuno fue traído por las damas que Frigga había asignado para mí, los comí sumamente callada ante la miradas incómodas de las damas, les pedí que me dejaran sola y creo que fue un alivio para ellas. Parecía que mi paseo cambió la percepción que tenían de mí, como si debieran mirarme con más respeto de lo normal.

Una sola idea rondaba mi mente, quería volver a los calabozos para tratar de desmontar el teatro del que fui participe anoche... No podía recurrir a Thor para ello, se negaría, diría que su hermano me engañaba para divertirse, tampoco recordaba el camino a los calabozos aunque eso era un poco más fácil de solucionar sonriéndole a algún guardia. Finalmente decidí visitar a Loki, no iba a poder descansar hasta entender cómo podía aparentar tanta indiferencia cuando su dolor se sentía tan fuerte. Mi curiosidad me superaba.

Daylight  - Inspirada en Loki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora