"Hay tantas líneas que he cruzado sin tener perdón. Te diré la verdad, pero nunca te diré adiós" Daylight, Taylor Swift
《En los ojos dorados de la pequeña Diosa del Amanecer el Dios del Engaño terminará encantado.
Los errores del pasado pueden ma...
Había pasado una hora desde que dejé a Aurora en la habitación. Mi intranquila mente decía que fuera hasta donde ella estaba y la sostuviera, que fueran mis manos quien recibiera los apretones por el dolor.
Caminé por la sala de un lado a otro dando absurdas vueltas que no lograban parar mis nervios.
— ¡Ya quédate quiero me estas mareando! — Thor me grita, su nerviosismo se reflejaba en su humor.
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Gire bruscamente para mirarle a la cara — ¿no oyes sus gritos? — le pregunté.
— vas a perforar el piso.
— podría perforarte a ti, sería más placentero.
— Jane dijo que te podrías de mal humor, debimos llevarla a Midgard donde iban a sedarla.
— tu midgardiana es inteligente... ¿porque no lo dijo antes?
— se lo dijo a Aurora, ella no quería ir, quería un verdadero asgardiano.
— suena a ella — sonreí, claro que eran sus palabras.
— también me preocupa, son horas sentado hermano lo que no quita...
— ¿podrías dejar de llevar este momento como si fuera tuyo? — le pido — con respeto... mi rey — digo despectivo — ahora mismo lo único que me importa son ellos, lo que sientan ellos, no tú.
— bien — Thor se levanta dejándome solo.
Los gritos de Aurora cesan, el silencio gobierna el palacio por un momento hasta que el desesperado llanto es lo que resuena.
Mi corazón se detiene.
El alma se escapa de mi cuerpo mientras oigo el grito de auxilio del pequeño ser, aunque sonará alejado lo sentía en mi pecho.
— ¿Lo oyes? — Thor reaparece en la puerta mirándome lleno de emoción.
Muerdo mi mano sin poder responder.
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Trate de aparentar tranquilidad, deseaba correr pero sabía que eso no se vería bien...
La puerta dorada es abierta por los einherjar de la entrada. Tome una gran bocanada de aire tratando de calmar mi corazón que pedía a gritos desde hace horas comprobarlos...
