La vida que no pedí

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ODÍN

Una semana era el tiempo que Loki y Aurora llevaban viviendo juntos en Midgard. Había decidido hacerle seguimiento a la historia de forma personal para descubrir que llevó a una mujer tan callada a desafiarme sin miedo alguno.

No había tenido éxito en mis teorías.

Al principio creía que Loki la había seducido y ambos tenían un romance retorcido. No fue así, hacía una semana vivían juntos lo máximo que llegaron a hacer como una pareja era comer en la misma mesa.

Aurora tenía una vida totalmente fuera de su casa, vida establecida con los mortales, amigos, un trabajo, estudios... mientras cumplía con sus actividades diarias Loki se sentaba en lo que llamaban sofá a mirar una pared.

No eran amigos, no tenían un romance, eran dos extraños compartiendo una condena. Compañeros de celda.

Había querido la cabeza de la niña en una bandeja pero Frigga me había convencido que el destino no podía haber jugado a su suerte y acercar a aquella niña a Loki solo por capricho. Era una de las pocas veces que mi reina se equivocó, la conexión no existía.

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LOKI

Una semana viviendo entre mortales, perder la cabeza no sonaba tan mal ahora, seres tan insignificantes dándose de importancia con sus inventos, la Feria de Stark era lo más popular en lo que la pequeña griega llamó televisión.

Una semana es el tiempo que Aurora llevaba ignorando mi presencia, nuestra interacción se limitaba a cenas y desayunos frente a frente en lo que ella llama una isla en la cocina.

El departamento donde estaba encarcelado ahora no era malo en sí, en su mayoría las paredes eran blancas el piso de madera modernamente decorado con tonos azules, grises, rosa viejo, los grandes ventanales terminaban con una vista en la famosa Torre Eiffel.

Había 3 habitaciones, una sala que se compartía con la cocina mientras veías la televisión podrías estar cocinando, vulgar para mi gusto pero la pequeña griega parecía amar el diseño de su casa. Me había dejado en claro que tenía prohibido subir hasta el ático que usaba como taller para sus cuadros aunque claro soy el Dios de las Travesuras no le había hecho caso, su taller era una habitación con paredes rosa pálido y luces en el techo con una ventana ínfima, subir al lugar era un juego de destreza por la pequeña escalera que estaba pegada a la pared donde las 3 habitaciones se veían una frente a otra.

La casa era amplia a su modo, con balcones interesantes lo malo era el aroma a humanidad que rodea a todo el lugar, ella tenía ese aroma impregnado como si fuera una mortal cualquiera de hecho se comportaba como una más.

La rutina de todos los días era levantarse, bañarse hacer de desayuno, dejar el desayuno en un plato para que fuera a comer, comer en silencio, lavar los platos, irse a trabajar y estudiar o eso había dicho cuando le pregunte porque desaparecía hasta la noche, regresaba se bañaba se ponía algún bonito camisón que gracias a Odín al menos alegraba la vista dejando ver sus piernas y si tenía suerte un pezón se delataba detrás de la fina tela de seda, alguien tocaba el timbre, regularmente traían de cenar. Solía espiarla desde el balcón cuando iba a trabajar, siempre bien vestida y sonriente saludando a los mortales que se cruzaban con ella.

 Solía espiarla desde el balcón cuando iba a trabajar, siempre bien vestida y sonriente saludando a los mortales que se cruzaban con ella

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Con suerte habremos cruzado 15 palabras en 7 días viviendo juntos. El tiempo pasaba muy lento de día y por las noches demasiado rápido. Mi única labor era sentarme en la sala y mirar la televisión.

Me había propuesto salir a conocer la ciudad pero sabía que S.H.I.E.L.D me encontraría, tratarían de matarme, los mataría en defensa claro y ella perdería la cabeza.

No era seguro salir del departamento.

Miré lo que llaman reloj y veo que lleva retrasada una hora, no sé si debería empezar a preocuparme.

Pasan dos, tres horas hasta que la puerta se abre y la veo caminar hacia su habitación antes dejando una bolsa que supongo era comida sobre su amada isla. El aroma a comida me atrae pero yo no me sirvo, nunca lo hice, esperaría a que apareciera para dejar mi plato disponible.

Mi día era bendecido, Aurora vestía el encantador pantalón de satín que dejaba ver la parte baja de sus nalgas. Encantadora vista.

— ¿no vas a cenar? — interrumpe mi vista colocándose detrás de la isla.

— voy... — respondo. El silencio regresa, lo que sea que haya traído hoy venía en cajas cuadradas, buen sabor nada comparada con una cena en Asgard claro, imite su forma de comer sin querer preguntar qué era aquella extraña comida.

— Hoy llegaste tarde — sale de mi boca en impulso.

— Si. Debí terminar algo antes de regresar.

— Fueron como tres horas — las palabras se escapan de mi boca como si no pudiera controlarme, ella levanta su cara del plato.

— ¿Controlas mis horarios Loki? — levanta una de sus cejas.

— Tenía hambre.

— tienes manos para preparar tu propia comida. — La pequeña griega tenía intención de desafiarme.

— ¿no eras mi niñera acaso ? — ella se levanta y deja caer su tenedor.

— no soy tu sirviente Loki — su mirada dorada empieza a cambiar a naranja, la había irritado, me estaba divirtiendo al fin.

— si fueras, serias azotada por no cumplir con tus horarios — su mirada se enciende más, para mi diversión al fin había sacado alguna emoción de su cuerpo.

— vete a la mierda Narciso — se levanta furiosa, yo solo rio por dentro.

— mierda es donde termina por tú culpa — se vuelve a escapar de mi boca, de inmediato me doy cuenta que no debí hablarle así.

— ¡¡TE SALVÉ LA VIDA MAL AGRADECIDO!! — Ahora si sus ojos eran llamas, que fácil de irritar era la pequeña griega.

— ¿Hablas de la vida que no pedí? — Eso salió de lo más profundo, vivir entre humanos era peor que ser decapitado, sus ojos se agrandaron indignados por mis palabras.

— eres un monstruo Loki de Asgard.

Había dicho lo peor que podría, nadie llamaba monstruo a un Dios. Inmediatamente caminé hasta ella, la levanté del suelo tomando su cuello, ahora era yo quien ardía en furia — ¿quieres conocer un monstruo de verdad Aurora? — dije mientras presionaba con más fuerza su cuello — te voy a demostrar lo monstruoso que puedo ser — la ira corría por mi, la maldita griega me había insultado justo donde más ardía, yo si era un monstruo soy un Jotun .

Parecía que de verdad la había asustado y el placer de verla indefensa me recargo las energías. Pero ella no es indefensa ¿no?. Volé hasta un mueble sentado, se quebró por el impacto, sentía arder la piel de mi vientre, ella me había golpeado con su mística luz.

— si aprecias tu vida no vuelvas a acercarte — la pobre ilusa creía que su rostro furioso me intimidada, pobre idiota, soy el Dios de Las Mentiras reconozco cuando mienten y ahora mismo puedo descubrir como quiere salir corriendo a llorar.

— ¿Crees que tu truco patético me dio miedo ? — digo riendo.

— Jodi una ceremonia y ataque a tu Rey, ¿de verdad crees que el golpe que te di fue con intención de lastimarte? TU NO ME QUIERES CONOCER ENOJADA IMBÉCIL — bueno ahora si parecía decir la verdad.

Rei en su cara desafiándola aun más, aunque una parte mía sentía culpa por las marcas rojas que deje en su cuello.

Daylight  - Inspirada en Loki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora