"Hay tantas líneas que he cruzado sin tener perdón. Te diré la verdad, pero nunca te diré adiós" Daylight, Taylor Swift
《En los ojos dorados de la pequeña Diosa del Amanecer el Dios del Engaño terminará encantado.
Los errores del pasado pueden ma...
La intranquilidad de una madre que dejó a su hijo empezaba a tomar mi mente, había despertado con los primeros rayos del sol, sabía que era demasiado temprano, que todos en el palacio estarían dormidos después de todo Loki y yo huimos de la fiesta antes que acabará. El Dios de las Mentiras dormía plácidamente, su hermoso semblante lucía tranquilo, me levanté de la cama para ir a buscar a mi hijo.
Como predije el palacio estaba en silencio, los pocos guardias parecían estatuas en sus puestos.
La habitación de la familia Barton estaba a dos pasillos de la mía, toque la puerta ansiosa.
Laura que vestía una bata naranja me abre la puerta — ¡Aurora! No te esperaba tan temprano — me saluda con un beso en la mejilla y me invita a pasar dentro.
— ¿Cómo estuvo Eileifr?
— muy bien, su mayor problema es que le gusta estar en brazos, solo dormido se queda en la cuna — me sonríe. En la improvisada cuna de madera Eileifr dormía con sus puños cerrados — la nodriza lo alimentó como hace dos horas por última vez.
Miro a mi pequeño hijo — gracias por cuidarlo, se que asustó a los niños...
— Somos sus padrinos, siempre va ser recibido como un hijo más — responde la mujer.
— voy a llevármelo, espero verlos en el desayuno.
— También es parte del festejo según me explicó Jane.
— Un desayuno en los jardines, aquí lo hacemos mucho.
— Nos vemos en unas horas entonces... — su cara era una lucha.
— no hace falta que me llames Lady o majestad como los demás — digo al entender que no podía decidir cómo despedirse.
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— te diste cuenta...
— digamos que los títulos no son lo mío — sonreí en la puerta.
Camine a la habitación cantando al pequeño, su mirada verdosa acarició la mía con alegría al encontrarse en brazos de mami. Loki seguía dormido cuando los guardias me ayudaron a pasar a la habitación.
Eileifr vuelve a abrir sus ojitos, me acomodo en un sofá para darle de comer como siempre el niño ansioso acepta abrir la boca.
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