Willow

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<< Te suplico que tomes mi mano, arruina mis planes, ese es mi hombre >>

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AURORA

Había vuelto a mi templo, Loki dijo que la decoración le recordaba justo al amanecer por los tonos rosados, anaranjados y azulados que reinaban en el.

Para nuestro pesar Hera había ordenado que Loki como invitado de honor debería quedarse en casa de Zeus, tuvimos que separarnos para prepararnos ya que esa noche mis tíos darían un banquete en honor a ambos. Me extrañaba la cordialidad que todos estaban teniendo, entre ellos mismos había constantes discordias, pero estos días parecían llevarse de maravilla.

Mis padres por su parte solo me habían enviado un cesto con telas y joyas, no habían venido a visitarme. Supongo que los actos de Selene y Helios además de enojarnos los hicieron temer. Mi madre era un ser temperamental y muy engreído, lo sucedido debió hacerla sentir humillada. Mi padre era más racional pero se dejaba guiar mucho por mi madre. Me encargue de enviarles la invitación del banquete personalmente firmando una pequeña carta diciéndoles que su presencia para mi significaría mucho.

Tomé el vestido que Afrodita me había escogido y sonreí. El vestido haría perder a más de un Dios la cabeza, en especial al mío, sonreí solo de imaginar su rostro al verme con el vestido puesto... Mis bellas damas me ayudaron a colocarme el delicado vestido, peinarme, escogí las joyas que mis padres me enviaron esperando verlos y demostrar que no estaba molesta a pesar de todo lo que habían hecho.

— ¿Señora llamamos su carroza? — consultó una de las damas cuando estaba lista.

— para nada, iré caminando — le digo y ella asiente dejándome sola, me mire al espejo sonriendo, debía agradecerle a Afrodita. Camine por la escalinata, me quedaba lejos pero deseaba lucir aquel bello vestido muchos se dieron la vuelta para asegurar una mirada.

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LOKI

A simple vista las fiestas en el Olimpo se veían igual de lujosas que Asgard, largas mesas cubiertas de manteles finos, vajilla y copas de oro, comida decorada extravagante, muchas bebidas que caían en fuertes con formas peculiares.

— ¿Odison, una copa? — giro para ver quien me había llamado y veo a Dioniso vestido con una especie de manto borgoña que solo estaba atada a un hombro dejando ver gran parte de cuerpo al desnudo, su diadema dorada imitaba a un racimo de uvas.

— Por favor, ¿quien osa negarse a beber de la mano del Dios del Vino? — respondo, el hombre hace aparecer una copa plateada en mi mano sonriendo satisfecho por mi respuesta.

— Me agradas muchacho, cada que se acabe tu bebida se cargará sola, el mejor y más exclusivo vino beneficio de ser amigo de Dioniso — dice sonriente. Llevo el vino a mi boca para sentir mi lengua se vio inundada de aromas punzantes y delicados, con ligeros recuerdos a fresas frescas salpicados de algún sabor almendrado y notas de arándanos.

— El mejor vino que he probado en mis 1300 años — con mi respuesta, complacido Dioniso se despidió con una mano.

Con la copa en mis labios camino por el esplendoroso salón iluminado por faroles que semejaban a estrellas atrapadas en frascos de vidrio. La suave música de las liras acompañada de la voz de alguna ninfa amenizaba el ambiente. La moda griega era simple, hombres vestidos con túnicas y accesorios de algún metal brillante.

Daylight  - Inspirada en Loki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora