"Hay tantas líneas que he cruzado sin tener perdón. Te diré la verdad, pero nunca te diré adiós" Daylight, Taylor Swift
《En los ojos dorados de la pequeña Diosa del Amanecer el Dios del Engaño terminará encantado.
Los errores del pasado pueden ma...
El amanecer trajo consigo el día de despedida, mis amigos debían volver a Midgard, también Jane y Darcy debían partir para regresar a sus trabajos. Camille consideró quedarse un poco más pero Loki insistió que debía volver a su casa con los demás para evitar llamar la atención de S.W.O.R.D ya que podrían detenerla de saber que sabía detalles de los fugitivos Vengadores.
Un último almuerzo fue lo que nos quedaba por compartir y Pepper había conseguido que Tony aceptara compartir la misma mesa que Steve y Bucky. Me encargue personalmente de alistar un comedor donde la menor luz posible nos tocara para fingir que era una cena, mientras mis amigos recorrían por última vez partes de Asgard que les habían gustado antes de reunirse conmigo en el comedor.
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— Lady Aurora, ya debería ir a prepararse nosotras podemos terminar de alistar todo — Lara tan eficiente cargaba a Eileifr.
— Quiero terminar es algo muy personal.
— como desee majestad — mi dama jamás lograba disimular la desaprobación en su rostro cuando actuaba como una plebeya a pesar de ello eran contadas las veces que insistió en su punto. Le sonrío y vuelvo a centrar mi atención en acomodar la vajilla.
— Todo es simple pero tan bello — la voz de mi suegra resuena, ambas giramos para darle la bienvenida.
— quería que fuera lo menos pomposo posible — confieso, la bella reina de cabello miel me sonríe tiernamente.
— creo que tú nunca lograrás acostumbrarte al lujo al aparecer.
— Lo estoy, hui del Olimpo por la misma razón, prefiero una vida algo más austera... sin llegar al bosque como mi...
— Todo lo contrario a tu pomposo y estrafalario prometido quien incluso se pasea con un yelmo de altos cuernos dorados — Selene se acercaba comiendo una manzana — con todo respeto claro, majestad — dice a Frigga antes de hacerle un reverencia.
— no puedo negar que tienes razón, Aurora se fijó en lo más opuesto a ella que encontró en el universo.
— que puedo decir en mi defensa — las tres reímos en coro.
Cuando termino de ordenar todo regreso a mi habitación para empezar el sagrado ritual de preparar a mi pequeño bebé que según Frigga debía lucir perfecto.
— ¿seguirá sin usar la corona? — pregunta una de mis damas.
— es muy pequeño y eso pesa mucho no es necesario — dije, la mirada juzgadora de la dama me causó ternura: todas las damas querían ver a su pequeño príncipe lucir como tal y yo era una madre que negaba lo que consideraba excesos. — llegará el momento que luzca una corona como corresponde — digo para apaciguar su deseo.
— Espero el día de verlo.
Eileifr estuvo listo, envié al pequeño junto a mi madre para que se encargará de él mientras las damas concentraban su atención en mi preparación.
