"Hay tantas líneas que he cruzado sin tener perdón. Te diré la verdad, pero nunca te diré adiós" Daylight, Taylor Swift
《En los ojos dorados de la pequeña Diosa del Amanecer el Dios del Engaño terminará encantado.
Los errores del pasado pueden ma...
Tenía tres días presa, aún no me habían llevado junto a Loki.... Steve era el único amable del grupo, me había traído muda de ropas, comida, libros, etc.
— ¿aún no piensas contar cuál es tu relación con Loki? — Steve me entregó una taza de té y algunas galletas.
— Es mi amigo, de verdad. Soy amiga de Thor y Loki.
Las cejas de Steve se juntaban cuando no me creía. — Lo besaste y bailaste con él toda la noche, es por eso que nadie cree en tu versión — el Capitán era dueño de mirada azul tranquila, inseguro por momentos y tímido, su respeto para conmigo frenaba mi molestia por el trato de sus demás compañeros, era la fe en la humanidad estando en cautiverio por segunda vez en mi vida en manos de mortales.
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— no puedo decir algo que no es cierto, no puedo admitir una relación cuando no la tengo, ustedes me tienen hace días encerrada y no han podido probar que soy peligrosa, deben dejarme ir .
Steve sabía que tenía razón, de mi boca no había salido un grito o queja. Me había sentado y escuchado a todos preguntar lo mismo.
— intentaré convencer a los demás de dejarte ver a Loki — prometió cuando terminé con el té — nos vemos en la cena — cerró mi celda con pena, las mejillas rojas.
Le sonreí mientras se iba.
Pasó el resto del día y Steve no había vuelto, no me habían traído comida ni llevado al baño. Me parecía oír a Stark hablar de lejos sin entender qué era lo que tanto decía. –Thor porque no vienes – era el pensamiento más recurrente que chocaba en mi cabeza. Sabía que mi tiempo era limitado antes que enviaran a alguien a sacarme información de forma brusca, era Steve y su buen corazón lo único que se interponía entre los matones de S.H.I.E.L.D y yo.
Me dejaron un día completo sin comer, se había acabado mi muda de ropa, ni siquiera tenía agua, los ruidos del complejo se cortaron, empezó a hacer frío y no tenía ninguna cobija. Brillar para limitar el frío no era una opción ya que lo podrían considerar un ataque.
Se supone que aquellos humanos eran héroes, ahora me estaban dejando pasar necesidades con tal de sacarme información, cosa que ya les había dicho, les expliqué mi amistad con los príncipes pero eligieron no creerme.
Respire lo más profundo que mis pulmones lo permitieran para no perder el control, una diosa comía el doble en comparación a los mortales.
En la mañana me desperté con un balde de agua fría por mi cuerpo, un agente que no conocía estaba en mi celda. — Hora de despertar — el hombre era de cabello oscuro con una barba ligera , musculoso, vestía el uniforme clásico de los agentes.
— ¡¡¿Qué carajos te pasa para tirarme agua helada?!!. ¡¡Quiero que Steve venga!! — exigí.
— ninguno de los Vengadores está desde ayer muñeca, estás a mi cargo — dice, sonríe con maldad.
