"Hay tantas líneas que he cruzado sin tener perdón. Te diré la verdad, pero nunca te diré adiós" Daylight, Taylor Swift
《En los ojos dorados de la pequeña Diosa del Amanecer el Dios del Engaño terminará encantado.
Los errores del pasado pueden ma...
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La Diosa del Amanecer lloraba encerrada, impotente por no poder ir al encuentro de su hijo para salvarlo. No tenía forma de llegar sin guiar a Hela aún más rápido donde el pueblo estaba escondido.
Apenada mirada de sus dos últimas damas la seguían mientras caminaba por la habitación sin saber qué hacer. Rogaba a gritos que Loki regresara para salvar a su pequeño, su desesperación era tan grande que su piel brillaba como si fuera una linterna.
— Majestad, su hijo estará bien — trataba de calmarla Claire — esa bruja no le hará daño.
Para Aurora esas palabras no eran ciertas, las ignoraba.
Golpes en el pasillo alertaron sus intentos, sus damas tomaron armas en manos para defender a su princesa si fuera necesario. La puerta se abrió durante eternos segundos Aurora quedó sin respirar, pero para suerte, sus tres amigos a quienes había sanado a medias estaban en su puerta con sonrisas.
— Vinimos por ti Aurora — saludo Fandral.
— mis amigos — murmura la Diosa.
— es hora de enseñarle a esa bruja quienes somos — asegura el apuesto caballero quien se acerca para darle un beso en la muñeca.
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El llanto del hijo del príncipe resonaba por todos lados, desde que su madre se marchó el niño no dejaba de buscarla. Mujeres y niños que estaban refugiados trataban de animar al pequeño que evidentemente tenía el mismo carácter rebelde de su madre.
Mientras visualizo como Thor atravesaba la distancia para llegar, seguido de Loki que lideraba un ejército interesante. También los caballeros que habían sacado a Lady Aurora mientras el panadero que guiaba a Hela a nuestro escondite, daba vueltas para darnos tiempo.
