Ojos verdes

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Había pasado el día paseando y hablando con Frigga escuchándola atentamente, no tenía forma de disminuir su dolor por lo que solo restaba escucharla. Había aprendido de ella y su enorme corazón en las pocas horas que compartimos. Me recordaba a mi Tía Afrodita, aunque Frigga era mucho más maternal. Una parte mía no podía entender como aquella amorosa mujer había criado a un hijo tan cruel y despiadado como Loki. Y aunque ella sufría por él yo no podía perdonar lo que había hecho a los humanos, vivir con las consecuencias que su maldad había dejado detrás era algo que solo viviendo en la tierra podrías entender.

El respeto que su pueblo le tenía era diferente a lo conocido, mientras paseábamos los niños se le acercaban a dar obsequios las mujeres besaban su mano, ella era una mujer accesible, dulce, el poder que le brindaba su nombre no parecía hacerla sentir superior como era común entre Dioses.

De noche debíamos asistir a una banquete que Odín ofreció a nuestro honor, oí a las damas decir que el Padre de Todo pensaba compartir con mi padre que era un viejo amigo suyo.

Cuando termine de bañarme encontré en mi cama un vestido verde que se cruzaba en infinitas tiras para cubrir muy poco de arriba con una enorme abertura en la falta que deja al descubierto mi pierna izquierda a pesar de la falda voluminosa, una nota de mi padre reposaba sobre el

"Porque mereces verte radiante como joya, hija"

Citaba la nota.

A pesar de no desear vestir como si viviera en el Olimpo no podía rechazar el obsequio de mi padre, el vestido me quedaba ceñido y perfecto sin duda lo había mandado confeccionar exclusivamente para mi

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A pesar de no desear vestir como si viviera en el Olimpo no podía rechazar el obsequio de mi padre, el vestido me quedaba ceñido y perfecto sin duda lo había mandado confeccionar exclusivamente para mi. El corte era escandaloso, lo amaba aunque era totalmente fuera de lugar para Asgard, en realidad la desnudez nunca había sido un problema para mí, en nuestra cultura interpretábamos nuestros cuerpos como la máxima expresión de perfección y belleza, un privilegio que nos era permitido en especial a Dioses.

Insegura pero lista decidí salir, pedí a uno de los guardias de mi puerta que me guiará al gran salón, al llegar dos mesas largas llenas de comida y bebida se lucían entre el bullicio de caballeros de armadura acompañados de damas con bellos vestidos.

Thor al verme entrar se levantó y besó mi mano como en la mañana.

— Aurora bienvenida, te presentare a mis amigos — tome su brazo y camine con el hasta la punta de la mesa donde tres caballeros se pusieron de pie para saludarme, una dama de cabello negro me miró con desdén, conocía esa mirada, celos.

En el Olimpo, en la tierra y en Asgard la mirada de celos era la misma.

— Un gusto conocerlos — respondí soltando el brazo de Thor. — Buscaré a mis padres, se supone que debo estar con ellos cuando El Padre de Todo nos honre con su presencia — sonreí y los caballos agacharon su cabeza como despedida, la dama me ignoró por completo.

 — Buscaré a mis padres, se supone que debo estar con ellos cuando El Padre de Todo nos honre con su presencia — sonreí y los caballos agacharon su cabeza como despedida, la dama me ignoró por completo

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Daylight  - Inspirada en Loki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora